Ecologistas de Mallorca piden el sacrificio de 5.000 cabras salvajes
O bosques o cabras. Bajo este dilema, el Grupo Balear de Ornitología y de Defensa de la Naturaleza de Baleares (GOB), entidad pionera del conservacionismo en España, reclamó ayer el exterminio de alrededor de 5.000 cabras salvajes, casi la totalidad de la población que habita en los riscos de las montañas de Artà y Capdepera, en Mallorca, un espacio natural que ha quedado devastado este fin de semana por el mayor incendio que se ha desencadenado esta temporada.Los ecologistas pretenden eliminar al ganado caprino asilvestrado, al que identifican como ganado anteriormente doméstico y no reconocen como especie autóctona de la isla, para evitar que sea irreversible el proceso de desertización de las citadas montañas, el más acentuado de la isla por los incendios que ha padecido en las últimas décadas. La proliferación de cabras y el pastoreo de ovejas suponen un agravamiento del problema medioambiental, al amenazar estos animales con su voracidad el crecimiento de las nuevas plantas y arbustos.
Toni Muñoz, responsable de parques naturales del GOB, reiteró ayer la necesidad de prohibir durante cinco años el pastoreo en la zona quemada de Artà y pidió la caza o la estabulación de las citadas 5.000 cabras salvajes, la cuarta parte de las que viven libres en las montañas de Mallorca.
Muñoz aseguró que la eliminación general de estos animales es posible al estar los montes en los que habitan completamente aislados del resto del sistema de Tramontana, donde radica el grueso de las otras manadas. Miquel Àngel March, portavoz del GOB, matizó que la operación de exterminio podría ser parcial, con la recogida de animales para la estabulación en fincas de las cercanías.
Actuaciones parciales
En los últimos años, la Administración autónoma ha programado actuaciones parciales de control de las cabras de montaña, propiciando la creación de partidas de tiradores y de laceros, consideradas completamente insuficientes por los ecologistas. "La presión de las cabras, que lo devoran todo, es incompatible con las tareas de repoblación natural. La zona montañosa de Artà se halla en fase terminal, ecológicamente hablando", señaló Miquel Àngel March.Tras el incendio, las montañas de Artà, en el noreste de Mallorca, han quedado casi sin vegetación y cobertura de tierra. En esta área, propuesta para ser declarada parque natural, crece el palmito, la única palmera autóctona del Mediterráneo europeo.
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