La Iglesia escocesa paga a una niña de 12 años para que no aborte
Partidarios de la planificación familiar lo consideran un soborno
La Iglesia católica escocesa, que reúne a 750.000 fieles, fue acusada ayer de soborno por grupos partidarios de la planificación familiar, después de que un portavoz eclesiástico reconociera haber prestado ayuda económica a una niña de 12 años, embarazada de pocas semanas, para que no aborte. Los padres de la pequeña afirman que ésta quiere tener el bebé, pero que carecen de recursos para mantenerla.
Desde 1997, cerca de 200 niños han nacido en Escocia después de que sus madres se acogieran al programa de auxilio pro vida, puesto en marcha por el cardenal Thomas Winning. El jefe de los católicos escoceses ha conseguido reunir en dos años 300.000 libras (75 millones de pesetas) para aliviar las penurias económicas de mujeres que, de otro modo, hubieran interrumpido su embarazo.La niña ayudada ahora, hija de ingleses, es la más joven del grupo, pero monseñor Tom Connelly, portavoz eclesial, asegura que ha tomado libremente su decisión de dar a luz. "Cuando los padres acudieron a nosotros, ella había dejado muy claro que no estaba dispuesta a abortar. Aunque la Iglesia católica defiende la vida, no va por ahí lavando cerebros de menores. Es una pena que vaya a tener un hijo tan pronto, pero salvar al ser no nacido es lo más importante", dijo Connelly con tono molesto.
La Iglesia ha atendido todas las peticiones de esta clase recibidas desde 1997, "sin distinción de raza, edad o credo", añadió Connelly. Otra adolescente de 14 años está cuidando ya a su pequeño en la ciudad de Glasgow. La mujer más madura ayudada por los consejeros nombrados por el clero tenía 44 años.
Aspectos emocionales
"Los padres de la niña inglesa están en paro. Cuando nos llamaron, no sabían qué hacer con su hija. Fuimos su último recurso y les proporcionaremos el cochecito, la cuna, los pañales o los médicos. Luego nos ocuparemos del aspecto emocional del embarazo, cosa que hacemos siempre en estos casos", aseguró Roseann Reddy, administradora del programa de ayuda eclesial.Para los grupos británicos partidarios del aborto, el servicio prestado por el cardenal Winning equivale a un soborno. "Ofrecer dinero a cambio de la vida del niño es una forma de compra que impide a la afectada decidir por sí misma su propio futuro", señala Sarah Colborne, representante de la asociación Campaña Nacional para el Aborto.
Jane Roe, miembro de otra asociación similar que aboga por suprimir toda restricción legal a la hora de interrumpir voluntariamente el embarazo, ha dicho que la Iglesia católica de Escocia "ha impuesto sus principios ignorando el sentido común más elemental". En su opinión, una niña de 12 años puede estar capacitada para tener un hijo, pero eso no la convierte en madre, con todas sus consecuencias morales y emocionales. "A esa edad se tienen ideas peregrinas acerca de los bebés. En lugar de animarla a echar a perder su propia infancia, el cardenal Winning haría mejor en contribuir a relajar la norma católica en materia de contracepción".
La identidad de estas mujeres ayudadas por el clero católico escocés se mantiene en secreto, pero se sabe que entre los 200 bebés ya nacidos hay cinco parejas de gemelos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.