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ESPACIO

Una habitación con vistas a la Tierra

La Agencia Espacial Europea construye una ventana para la Estación Internacional

La Estación Espacial Internacional (ISS en las siglas inglesas) que se está construyendo a 350 kilómetros de altitud sobre la Tierra iba a ser un recinto cerrado y claustrofóbico. Laboratorios y habitáculos de paredes metálicas privarán a sus habitantes del espectáculo de la Tierra y el cielo oscuro que podría relajar sus horas de trabajo y amenizar los periodos de descanso. Pero los ingenieros trabajan para que los astronautas puedan observar de vez en cuando con sus propios ojos, y no a través de una pantalla, el espacio infinito que les rodea.La Agencia Espacial Europea (ESA) es la encargada de desarrollar y construir un módulo especial, que será el gran ventanal de la ISS. Una habitación circular de dos metros de diámetro, con seis asientos, y otras tantas ventanas frontales más una en el techo. Un espacio relajante para contemplar y fotografiar nuestro planeta, observar la salida y la puesta del Sol, las evoluciones de la Luna o el cielo inmensamente estrellado. Y también la propia estación espacial.

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Será, sin duda, la ventana más cara de la historia, ya que las medidas de seguridad necesarias para evitar los riesgos del espacio exigen el empleo de materiales especiales y un diseño y construcción muy precisos. El módulo deberá filtrar las intensas radiaciones cósmicas y soportar sin daños años y años de radiación continua, así como estar preparado para los impactos de partículas y trozos de basura espacial que lo bombardearán. Y ello deberá conjugarse con una perfecta transparencia de los cristales para que los astronautas que estén a bordo puedan realizar fotografías, tanto para su colección personal como para propósitos científicos.

Un grupo de ingenieros de toda Europa trabaja, por encargo de la ESA, en el diseño de este módulo al que se ha denominado Cupola (cúpula en italiano) por su forma. El cristal será de silicio fundido y constará de cuatro capas que en conjunto medirán un decímetro de espesor, más gruesos que los empleados en el transbordador espacial y en el avión supersónico Concorde.

Según Alan Thirkettle, responsable de la División de Módulos de la ESA, la capa exterior tiene como objeto proteger contra los impactos de la basura espacial, una amenaza auténticamente arriesgada, ya que existen miles de pequeños trozos de metal orbitando la Tierra y su impacto puede ser catastrófico debido a la elevada velocidad a la que se desplazan. Las dos capas intermedias de la ventana deberán soportar el grueso de la diferencia de presión entre el interior del módulo y el vacío exterior, mientras que la capa interna está destinada a frenar los golpes involuntarios producidos por los astronautas o los objetos que habitualmente flotan libremente en el interior de la habitación y la exterior. Además, cada ventana dispondrá de una cubierta metálica a modo de persiana para mantenerla tapada mientras no se esté utilizando.

Además de las ventajas psicológicas que proporcionará a los habitantes de la estación espacial, el módulo tiene alguna otra utilidad, como la posibilidad de efectuar fotografías de interés científico y, sobre todo, mejorar el control de los brazos robóticos del exterior de la estación al poder visualizar su actividad. "La sensación de profundidad y distancia que consigue la vista al utilizar ambos ojos y directamente es mucho mejor que la que ofrece un monitor televisivo de dos dimensiones", asegura Thirkettle.

De momento, está previsto que la Cupola se monte en la Estación Espacial Internacional en agosto del 2003. En principio será acoplada en el módulo de conexión actualmente en órbita, aunque después será trasladada al extremo del módulo 3, desde donde dispondrá de una mejor vista.

La presentación oficial del proyecto se realizó la pasada semana en Göteborg (Suecia) y en ella participaron algunos de los candidatos a utilizar el módulo algún día, los astronautas europeos Pedro Duque y Mario Runco, quienes, naturalmente, se mostraron encantados con la idea.

La construcción del módulo-ventanal será realizada por diversas industrias del sector de diferentes países de la ESA. El principal contratista es la empresa italiana Alenia Aerospazio. Junto a ella trabajan la española CASA, encargada de fabricar las persianas de protección de las ventanas; la belga Verhaert, que construirá la estructura secundaria; la suiza Apco, responsable del sistema de protección contra meteoritos y basura espacial; las suecas Saab, que fabricará las piezas de sujeción, y Lindholmen Development, a cargo de la modelización y análisis ergonómico, y la alemana DASA-Dornier, que desarrollará el análisis de habitabilidad.

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