Carod radicaliza su discurso y retorna el independentismo
El candidato de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod-Rovira, volvió ayer a su discurso tradicional: la independencia de Cataluña "o la capacidad de decidir por nosotros mismos". Ante 200 estudiantes reunidos en el aula magna de la Universidad Politécnica de Girona, el candidato republicano, autoproclamado tercer hombre de la escena política catalana —equidistante a la vez del nacionalista Jordi Pujol y del socialista Pasqual Maragall—, dio un golpe de timón hacia posiciones abiertamente independentistas.
Se acabaron las medias luces y las medias sombras; también terminaron los melifluos flirteos con la estrategia soberanista de días atrás, en los que el candidato evocó muchas veces el papel de la Cataluña del futuro en la Europa del futuro. A Carod le bastó ayer encontrarse ante 200 estudiantes en Girona para dar un vuelco a su campaña y volver a sus orígenes. Adornó su propuesta con el doble estandarte de lo patriótico y lo social: "No soy esencialista ni identitario, de forma que nadie se extrañe si en un futuro muchos castellanoparlantes que viven en Cataluña son partidarios de la independencia".
La independencia de Carod no tiene nada que ver con el nacionalismo. No es más de lo mismo en la dirección de Pujol, porque "con el patriotismo clásico nunca se llegará a la independencia, que tiene como objetivo su propio ser, tener la oportunidad de decidir por uno mismo y, además, el bienestar social".
Antes de filosofar
Carod considera que la independencia es en sí misma un fin y no se puede cambiar por las conquistas graduales del nacionalismo "romántico", esgrimido por CiU. Pero el candidato de ERC reconoció ante los estudiantes que antes de filosofar convenía afrontar los problemas económicos. "Conciencia nacional no todos tienen, pero lo que todos tienen es un bolsillo", dijo Carod al poner de relieve que hacía falta tener satisfechas las necesidades materiales de la gente. ERC, dijo, pretendía seguir ese camino. Además, un modelo social equitativo —Carod reconoció que eso era más urgente que la misma independencia— exige cambiar la solidaridad interterritorial de España, "que debe cambiarse porque representa un atraco a mano armada para Cataluña".
El candidato de ERC se declaró "hijo de la mezcla" y de extracción social humilde; y denunció: que la derecha y la izquierda hacían "un uso demagógico de la solidaridad económica entre autonomías". Esgrimió entonces el programa de ERC: "Un concierto económico para Cataluña similar al que disfrutan las diputaciones forales vascas y Navarra". Pero un concierto, remarcó ayer Carod, que esté de acuerdo "en contribuir a los gastos del Estado y en financiar una bolsa de cooperación que ayude a las autonomías menos favorecidas".
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