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SACUDIDA EN LAS TELECOMUNICACIONES

MCI WorldCom protagoniza la mayor compra de la historia al adquirir Sprint por 20 billones

La compañía estadounidense de telecomunicaciones MCI WorldCom, que en marzo de 1998 firmó un acuerdo de colaboración con Telefónica, anunció ayer la compra de su competidora Sprint por un total de 129.000 millones de dólares (119.970 millones de euros, unos 20 billones de pesetas). La operación, que se realizará mediante un intercambio de acciones, es la mayor de la historia empresarial por volumen de la transacción y alumbrará la segunda operadora de telefonía de larga distancia en Estados Unidos, en dura competencia con AT&T.De la suma de MCI WorldCom y Sprint, participada por la alemana Deutsche Telekom y France Télécom, nace un imperio que va a acaparar entre el 32% y el 36% del mercado de la larga distancia en EEUU -estimado en 80.000 millones de dólares anuales- frente al 44% de AT&T. La compañía MCI WorldCom, fruto de la fusión en 1997 entre ambas sociedades, era ya la segunda del sector en EEUU, y Sprint, la tercera. Juntas tendrán un valor de mercado superior a los 200.000 millones de dólares (186.000 millones de euros o 30 billones de pesetas, lo que coloca a la nueva WorldCom a la cabeza de la clasificación mundial.

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El anuncio del acuerdo se produce tras la pugna mantenida por MCI WorldCom y BellSouth para hacerse con Sprint, una plataforma desde la que ambas operadoras de telefonía fija pretendían lanzarse sobre el mercado de móviles. BellSouth perdió ayer la batalla, pero aumentó el valor de Sprint. MCI WorldCom subió su oferta de 62 a 76 dólares por cada acción de Sprint para hacer frente a los 72 dólares ofrecidos por BellSouth, lo que significa que pagará una prima del 25% respecto al precio de las acciones de Sprint al cierre de la Bolsa el pasado viernes.

Intercambio de títulos

Los accionistas de Sprint no recibirán un solo dólar, pero podrán cambiar cada uno de sus títulos por el equivalente a 76 dólares en acciones de MCI WorldCom. Además, cada acción de Sprint PCS, la filial dedicada a la telefonía móvil, se intercambiará por un título de la nueva WorldCom PCS, equivalente a 0,1547 de las acciones de MCI WorldCom que ahora cotizan en Bolsa. En defintiva, la transacción tendrá un coste para MCI WordlCom de 129.000 millones de dólares, incluida la asunción de la deuda de Sprint, valorada en 14.000 millones de dólares. Con esas cantidades, la fusión se convierte en la más cara de la historia, muy por encima de la unión de las petroleras Exxon y Mobil, valorada en 82.000 millones de dólares (76.000 millones de euros, 12,5 billones de pesetas). La nueva WorldCom, como se llamará, tendrá unos ingresos combinados de casi 50.000 millones de dólares al año, presencia en unos 65 países de todo el mundo, más de 140.000 empleados y será uno de los líderes de la telefonía móvil de EEUU, con más de cuatro millones de clientes de teléfonos celulares y 1,7 millones de usuarios de radiomensajes.Según el comunicado distribuido ayer por ambos grupos, la fusión generará un ahorro de costes estimado en 1.900 millones de dólares en el año 2001, el primero que se prevé plenamente operativo bajo la nueva denominación, y de 3.000 millones en el 2004.

La operación está sujeta a la aprobación de las autoridades reguladoras, que han mostrado sus reticencias a una coalición de semejante tamaño. La nueva WorldCom tiene una porción de mercado inferior a la de su rival AT&T, que factura unos 53.000 millones de dólares anuales, pero se convierte en una de las operadoras con la más amplia oferta de servicios (acceso a Internet, telefonía móvil, transmisión de datos).

La fusión requiere la aprobación de la división antimonopolio del Departamento de Justicia de EEUU y la de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), al margen de los recelos que pueda mostrar la UE, donde está entrando MCI WorldCom. El presidente de la FCC, William Kennard, ha puesto en duda que la creación de un nuevo gigante "pueda beneficiar a los consumidores". El presidente de la FCC anadió: "Les va a costar mucho demostrar que los consumidores saldrán beneficiados". Pese a los problemas, los socios prevén culminar la fusión en la segunda mitad del 2000.

Reacción del sector

Además, la agresividad mostrada por Bernie Ebbers, fundador de WorldCom y futuro presidente de la compañía recién creada, puede provocar una reacción de AT&T, que últimamente se había decantado por las telecomunicaciones por cable frente a la alternativa de los móviles con las compras recientes de TCI y MediaOne. Ebbers reconoció ayer que el acuerdo con Sprint "llega en un momento particularmente preciso porque la comunicación móvil se ha convertido en un componente básico de cualquier oferta de servicios".Las reacciones ya han comenzado. SBC reclamó "el mismo rigor" en defensa de los consumidores que el aplicado en su proceso de fusión con Ameritech. Por su parte, Deutsche Telekom ha puesto a la venta su 10% de Sprint por unos 9.200 millones de dólares.

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