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LOS CONGRESOS DEL PP

El PP canario se divide al retener los críticos el 70% de los delegados de la isla de Tenerife

Javier Casqueiro

La división del PP canario quedó ayer consumada. El sector crítico del partido, aunque salió claramente derrotado del congreso regional, obtuvo el respaldo del 70% de los delegados que representaban a la isla de Tenerife.El nuevo presidente del PP en Canarias, el alcalde de Las Palmas, José Manuel Soria, se impuso rotundamente sobre su rival, el diputado nacional Antonio Luis Medina, con el 74% de los 551 votos emitidos. Pero, entre los 127 compromisarios que respaldaron la plataforma alternativa encabezada por Medida y auspiciada por los Ignacio González, padre e hijo, estaban 99 de los 147 de la isla de Tenerife.

Tras conocer los resultados, Soria se proclamó inmediatamente como el presidente de todos los populares del archipiélago y pidió un mayor trabajo de implantación en las islas no capitalinas para convertir al PP en una formación de gobierno independiente de Coalición Canaria.

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Pese a estos propósitos, el resultado del IX congreso del PP canario evidenció el cáncer que padece el partido en estas islas. Ha funcionado históricamente como una agrupación de familias, con métodos y liderazgos independientes en cada circunscripción. La remozada lista de Soria para el Comité Ejecutivo tuvo 411 votos. La de Medina, 127. Hubo 13 papeletas en blanco. Había 599 compromisarios acreditados y se pronunciaron 551.

La victoria de Soria fue incuestionable. Tanto él mismo como los representantes presentes de la dirección nacional del PP se mostraron aparentemente muy satisfechos. Medina, sin embargo, tampoco estaba triste.

A la salida del cónclave, el cabeza de lista de la plataforma alternativa a la oficial consideraba cumplidos más que razonablemente sus objetivos: primero, denunciar el comportamiento presuntamente irregular de los organizadores de la reunión; y, luego, dejar constancia pública de que Soria pretende mirar al futuro sin asumir parte de su pasado.

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Aunque algunos dirigentes críticos se marcharon con el propósito de impugnar el congreso ante el Comité Nacional de Derechos y Garantías e incluso promover la celebración de otro dentro de un mes, Medina asumió democráticamente el resultado y se puso disciplinariamente a disposición de la nueva dirección.

Ignacio González Martín, presidente de la Cámara de Comercio de Tenerife y patrón histórico del PP en esa isla, promotor en la sombra de la candidatura de Medina, tenía otra opinión. Pero no aclaró si piensa abandonar el PP y dirigirse junto a su hijo, Ignacio González Santiago, hacia una formación nacionalista.

Ignacio González hijo, que aspiraba antes del congreso a repetir como número dos del partido, se marchó el sábado del PP criticando el comportamiento que han tenido hacia él y su familia sus ya ex compañeros, sobre todo en la cúpula nacional. Ayer intentó entrar en el recinto del congreso como invitado y no le dejaron. Se fue sin armar más líos.

Su padre se quedó hasta el final, escuchó las intervenciones de los oradores y votó reglamentariamente. Sonreía y fumaba puros. En los pasillos era saludado como un gran patrón que domina sus poderes. González Martín cuenta con casi 30 empresas y más de 1.000 empleados. Sugiere que el PP ha sido casi su obra. Recuerda que, cuando llegó, había 300 militantes en Tenerife y él elevó el censo hasta 8.500.

La plataforma alternativa que los González construyeron con Medina como cabeza de lista se reunirá en los próximos días para determinar su futuro, dentro o fuera del PP. En todo caso, el próximo congreso provincial del PP de Tenerife se prevé conflictivo.

Soria querría que todos los sectores del PP canario quedasen bajo su mando, sobre todo para no dar más la imagen de crisis, pero no ha hecho un gran esfuerzo por lograr la integración. Alega que en Tenerife y Gran Canaria se dilucidan sólo 30 de los 60 diputados autonómicos y que, por tanto, los otros 30 hay que trabajárselos en las islas más pequeñas, donde los González no tienen apenas representación.

Soria dijo ayer que su concepto de partido no pasa por repartir cuotas por familias ni sectores según la implantación de cada uno en las distintas islas. Y la dirección nacional del PP le respalda tanto que Pío García Escudero, el coordinador de Organización, llegó a mostrar su alegría por la fuga de González Santiago, con la que el partido "se liberaba de un importante lastre", más acostumbrado a actitudes caciquiles que a maneras democráticas. La dirección nacional del PP ha terminado por asumir, en este proceso de renovación de sus estructuras en 16 congresos regionales, que podría ser beneficioso para sus expectativas electorales la presencia de listas alternativas en algunas convenciones e incluso las polémicas levantadas por determinados sectores críticos, etiquetados como vieja guardia.

Javier Arenas y su equipo maniobraron durante semanas para evitar la duplicidad de candidaturas en varios cónclaves. Querían ofrecer sólo la imagen de la unidad y la cohesión, para distanciarse de las crisis del PSOE. Pero la confirmación de corrientes diversas en Canarias, Extremadura y Baleares les ha facilitado por la vía de los hechos desprenderse de una disidencia que ahora se atreven ya a calificar en público como un "gran lastre" electoral.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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