El magnate y los chicos malos
"Cuidado, arte peligroso". Esta exposición puede causar "conmoción, vómitos, desconcierto, pánico, euforia y ansiedad". Los carteles que promocionan la muestra Sensation, que reúne los trabajos de 41 jóvenes artistas británicos, advierten con sorna de que no es normal lo que van a ver los visitantes. Uno de los artistas, Marc Quinn, estuvo cinco meses extrayéndose sangre hasta conseguir los cinco litros que necesitaba para moldear su busto. Hizo un molde con su cara y lo llenó de sangre. El resultado es una figura rojiza que se mantiene sólida gracias a que se exhibe dentro de un congelador.Damien Hirst, uno de los británicos más malos, se especializa en mostrar animales disecados en tanques de formol. Algunos enteros, como un tiburón. Otros, descuartizados para ver mejor sus entrañas.Todas las piezas tienen un solo dueño: el magnate británico de la publicidad Charles Saatchi, que en 1970 decidió apoyar a los artistas jóvenes en sus años más difíciles.
Babelia
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