El forense cree que los polizones rumanos murieron "sin darse cuenta"

Sin rastro de gesto violento o desesperado, sin una uña rota, incluso escuchando música con los auriculares acomodados en las orejas. Así encontró el forense los cuerpos de los seis polizones rumanos descubiertos en la bodega repleta de pipas de girasol de un carguero chipiotra que atracó el jueves en el puerto de Sevilla. "Se murieron sin darse cuenta", aseguró el médico en Radio Nacional.Aún así, las certezas sobre este caso son más bien pocas. Sí se sabe que murieron poco después de acomodarse en un reducidísimo hueco de la bodega del Evangelia III. No habían tocado los alimentos que se había llevado consigo para aguantar los nueve días de travesía desde el puerto rumano de Constanza. El agotamiento del oxígeno es la principal teoría para explicar el rápido fallecimiento, aunque los insecticidas organofosforados también pudieron matarlos.

El hallazgo de los documentos de tres hermanas nacidas entre 1979 y 1986 han sembrado más dudas, ya que los cadáveres de las tres mujeres muertas no parecen cuadrar con esas edades. El juez puso ayer en libertad provisional sin fianza al capitán y al primer oficial del carguero, ambos de nacionalidad griega, acusados en un principio de homicidio por imprudencia