Siete ayuntamientos de la comarca de La Ribera se unen para oponerse a la instalación de vertederos en la zona

Los alcaldes de Catadau, Llombay, Alfarp, Monserrat, Montroi, Turís y Real de Montroy decidieron, en una reunión celebrada la noche del viernes, en este último municipio de la Ribera Alta, sumar sus esfuerzos para evitar tanto la reapertura como la ampliación o la instalación de nuevos vertederos en la zona debido a la agresión ambiental y a que "ocasionaría un serio impacto en la población y en la estructura socioeconómica de la comarca". Tras el cierre de dos vertederos por parte del Ayuntamiento de Real de Montroy -uno que recogía residuos sólidos urbanos y otro donde se depositaban residuos tóxicos y peligrosos procedentes de toda España- las empresas que los gestionan pretenden reabrirlos en próximas fechas. Las clausuras de ambos basureros, ratificadas por resoluciones judiciales, obedecieron a que estaban "saturados" al superar el volumen y la superficie contempladas en las licencias municipales. La señal de alarma se ha producido en estos municipios al anunciar la empresa Valenciana de Eliminación de Residuos (VER, SL) que está autorizada por una resolución de la Consejería de Medio Ambiente fechada el 12 de julio a explotar "dos celdas habilitadas en la instalación" con "un volumen de vertido de 44.000 metros cúbicos". El Ayuntamiento de Real de Montroy advierte a la dirección de VER que si reinicia la actividad "será a las bravas porque no cuenta con la pertinente licencia municipal". Por otro lado, los siete consistorios se han comprometido a presentar las pertinentes alegaciones la próxima semana en la Consejería de Obras Públicas, ante la petición formulada por la empresa Sociedad Agricultores de la Vega de Valencia (SAV, SA) de que la ampliación del clausurado vertedero sea declarada por la Generalitat de interés comunitario. Los municipios afectados alegan que la documentación aportada "resulta muy deficitaria" ya que echan en falta el estudio de la incidencia del proyecto sobre "factores tan importantes como los riesgos naturales, el patrimonio histórico-artístico y arqueológico y la incidencia sobre las vías pecuarias". Los alcaldes de diferente adscripción política -PP, PSPV, UV, PRSV e independientes- se oponen a recibir más basuras en esta zona al considerar que han sido "bastante solidarios" y que el más antiguo de los vertederos data de 1984. "Espero que reaccionen y que estudien otras soluciones" manifestó durante la reunión el alcalde popular de Catadau, Rafael Pellicer. Los dirigentes de los siete municipios acordaron trasladar sus inquietudes a los consejeros de Obras Públicas y de Medio Ambiente para que impidan por un lado, la reapertura del vertedero de residuos tóxicos y por otro archive los expedientes de declaración de interés comunitario tramitados por la firma VER y por el Consell Metropolità de l"Horta para el futuro vertedero de Llombay. Unos 300 vecinos de estas localidades que se reunieron el pasado viernes en la Casa de la Cultura de Real de Montroy, convocados por dos plataformas vecinales de la zona, expresaron su disposición a secundar las acciones que se programen.