Alberto Fernández asume en El Prat el desarrollo sostenible

El PP tuvo ayer un día verde en el que asumió el desarrollo sostenible, término acuñado en la Conferencia de Río de Janeiro en 1992 para definir un desarrollo económico compatible con la preservación del medio ambiente. Y no sólo lo hace con palabras, según sus dirigentes, sino con hechos. El candidato conservador a la presidencia de la Generalitat, Alberto Fernández Díaz, y el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, pusieron ayer como ejemplo de práctica de desarrollo sostenible las obras incluidas en el Plan de Infraestructuras del Delta del Llobregat, que básicamente corren a cargo del Gobierno y que Piqué definió como "la mejor prueba de compatibilizar el desarrollo económico con el respeto escrupuloso al medio ambiente". El PP eligió la playa de El Prat, punto negro del litoral catalán, y las obras de la macrodepuradora del Llobregat, sufragadas por el Gobierno, para presentar su programa medioambiental. Los populares criticaron a Convergència i Unió por no haber desarrollado los planes de espacios de interés natural, no haber concluido el plan de saneamiento de aguas residuales ni haber emprendido una política forestal. A los socialistas, el PP les reprochó que el plan metropolitano de residuos "sea un fracaso", señaló el coordinador del programa de medio ambiente, Josep Maria Fabregat. El programa del PP prevé en esta materia dos grandes líneas de actuación. Por un lado, la política forestal, sobre la que los populares quieren invertir 15.000 millones de pesetas en los próximos cinco años. Por el otro, culminar el plan de saneamiento de manera que todas las poblaciones de más de 2.000 habitantes tengan una depuradora en el año 2002.