Herida una mujer en Navarra en una nueva oleada de ataques contra concejales y policías
Varios municipios vascos y navarros sufrieron ayer la cuarta jornada consecutiva de violencia callejera desde el fallecimiento a causa de un cáncer, el pasado domingo, del miembro del comando Madrid de ETA Esteban Esteban Nieto. Decenas de vándalos destrozaron parte del centro de Tolosa (Guipúzcoa) y se enfrentaron con la Ertzaintza al término de un homenaje tributado al activista. La Ertzaintza desactivó en Irún un artefacto colocado en el coche de un policía nacional, y en Noain (Navarra) estalló un artefacto casero junto a la vivienda de un edil de UPN-PP, hiriendo a una mujer.
Expertos policiales vascos se mostraron ayer sorprendidos por la virulencia de los incidentes callejeros que han afectado en los últimos días a numerosas localidades de Euskadi. El Departamento de Interior eludió comentar los sabotajes. Hay que remontarse al mes de marzo para encontrar tantas jornadas seguidas de altercados como ahora. Entonces, la violencia callejera -un borroka eguna [día de lucha] convocado tras ser hallado el cuerpo del etarra José Luis Geresta con un disparo en la cabeza- finalizó con 29 sabotajes, nueve detenidos por vandalismo y 13 identificaciones.El último sabotaje se produjo ayer a las 19 horas en Bilbao cuando media docena de encapuchados calcinó un autobús urbano. Pero los incidentes más graves tuvieron lugar a última hora de la noche del martes en el centro de Tolosa, al término del homenaje al expreso de ETA. Más de 50 personas, muchos encapuchados, se dedicaron a prender fuego a contenedores, destrozar cabinas telefónicas y de la ONCE, además de romper las lunas de media docena de entidades bancarias. Las dotaciones de la Ertzaintza irrumpieron en el municipio guipuzcoano y fueron recibidos con piedras, cócteles mólotov y cohetes pirotécnicos. Los agentes cargaron contra los vándalos.
Los grupos Y de apoyo a ETA colocaron tres artefactos caseros con desigual desenlace. Mientras la Ertzaintza neutralizaba, a las seis y media de la mañana, la bomba casera (líquido inflamable con un activador químico) situada en los bajos del coche particular de un agente del Cuerpo Nacional de Policía en la localidad guipuzcoana de Irún, un potente artefacto casero provocaba, cinco horas después, en Noain (Navarra) quemaduras de primer grado a una mujer y heridas a un niño de un año. La bomba casera fue depositada en el rellano del primer piso de un bloque de viviendas situado en la Plaza de San Miguel, junto a la puerta de la vivienda particular del concejal de Unión del Pueblo Navarro (UPN) José María Marco Goñi. El artefacto estaba compuesto por dos bombonas de cámping gas, líquido inflamable y cohetes pirotécnicos que actúan a modo de metralla. La onda expansiva causó graves daños en las puertas de dos viviendas y causó un incendio que obligó a los bomberos a desalojar a los vecinos.
José María Marco no se encontraba en ese momento en su casa. Su esposa, que sí se hallaba en la vivienda, sufrió un ataque de nervios y tuvo que ser trasladada a un hospital. Una mujer, A.V.S., de 32 años, vecina del inmueble, fue atendida en el hospital Virgen del Camino con heridas leves en el rostro, ya que al escuchar ruidos abrió la puerta de su casa y la explosión le hirió en la cara. Posteriormente, fue dada de alta. Además, un niño sufrió cortes en un pie producidos por los cristales.
Todos los partidos políticos navarros condenaron este nuevo atentado -el segundo que se produce en Navarra esta semana, tras el perpetrado el lunes en el inmueble donde reside el corresponsal de EL PAÍS en esa comunidad- a excepción de Euskal Herritarrok, la marca electoral de HB. Por otro lado, la Delegación del Gobierno en Navarra ha remitido a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la comunidad algunos carteles en los que aparecen las fotografías de diversos concejales de UPN de Pamplona junto a la palabra "asesinos", así como carteles firmados por los jóvenes radicales de Jarrai en los que se califica de igual forma a diversas autoridades del Estado.
El tercer artefacto, también de fabricación casera y colocado en la casa del pueblo de Abadiño (Vizcaya), estalló a las 02.30. La deflagración provocó daños materiales en la fachada y en el interior de la sede socialista. También en Santurtzi (Vizcaya) fueron atacadas la tienda de un ex concejal del PP y la sala de juegos de otro edil popular. Y en Ikastegieta (Guipúzcoa), un grupo de encapuchados lanzó artefactos contra un tren sin que se produjeran daños.
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