Clos admite fallos en las obras de Cerdà y en el plan de emergencias

Tres horas de denso debate, de discusión, pero de tono mesurado, se dedicaron ayer en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona a los fiascos de la plaza de Cerdà en los aguaceros que cayeron los días 3 y 14 de septiembre. La conclusión del expediente abierto sobre los dos episodios es que no hay responsabilidades de alto nivel por lo ocurrido. No rodará ninguna cabeza, ni de directores, ni de responsables de los servicios municipales y mucho menos de ningún regidor. Según el informe, sólo es responsable la empresa ejecutora de la obra de la plaza Cerdà -CICSA- y el ingeniero facultativo de la misma -Jaume Llongueras- por la colocación de dos válvulas inadecuadas causantes de la inundación del 3 de septiembre. Sin más. Sin embargo, muchas otras cosas fallaron, tal como reconoce el propio expediente instruido por el concejal de Mantenimiento y Servicios, Josep Ignasi Cuervo, que recomienda al alcalde "acelerar las inversiones del Plan de Alcantarillado de Barcelona" y revisar el Plan Municipal de Emergencia, ante la evidencia de la escasa dotación y medios para afrontar una situación como la que vivió Barcelona la noche del 14 de septiembre. Además, el informe critica la "externalización en la gestión y ejecución de una gran infraestructura", como lo es la de la plaza Cerdà, porque no aseguró aspectos como el control de las actuaciones en la red de drenaje. El propio alcalde dijo ayer, como broche final del pleno: "Es necesario aprender la lección y debemos recuperar una autoridad facultativa central sin menoscabo de la eficacia". Es decir, que el control último debe correr a cargo del propio Ayuntamiento. El anuncio, el pasado lunes, por parte del alcalde, del futuro nombramiento de un arquitecto jefe y un ingeniero jefe para todos los proyectos urbanísticos que se desarrollen en la ciudad abunda en la línea de que el Ayuntamiento quiere controlar más las grandes obras. El equipo de gobierno municipal también asumió que tanto el plan de alcantarillado como el plan de emergencia tienen que mejorarse. Así, se ha decidido incrementar las inversiones con 5.000 millones para nuevos depósitos y se replantearán las dotaciones y el sistema de funcionamiento en casos de emergencia. La de ayer fue una discusión no crispada pero tampoco exenta de ciertas alusiones personales. Clos contó con el apoyo incondicional de sus dos socios: Iniciativa per Catalunya y Esquerra Republicana, que dirigieron sus críticas a la oposición. Tanto Joaquim Molins como el portavoz de la formación nacionalista, Josep Miró i Ardèvol, se emplearon a fondo en sus críticas sobre los fiascos de la plaza de Cerdà.PASA A LA PÁGINA 7