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EL 'CASO PINOCHET'

El Gobierno de Aznar intenta evitar que el proceso perjudique a los empresarios españoles

La secretaria de Estado de Comercio, Turismo y Pequeña y Mediana Empresa, Elena Pisonero, se reunió ayer en Santiago con un nutrido grupo de empresarios españoles a quienes expresó el apoyo del Gobierno y transmitió un mensaje de tranquilidad ante el clima de presiones que se ha desencadenado en Chile a raíz del caso Pinochet. La llegada de Pisonero coincidió con el inicio en Londres del juicio de extradición contra el ex dictador y constituye la visita a Chile de la funcionaria española de más alto rango desde la detención del general, el 16 de octubre del año pasado.

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"Era necesario que viniera a Chile un alto funcionario español", declaró. Oficialmente, el motivo del viaje de la secretaria de Estado es la participación en la 13ª Asamblea General de la Organización Mundial de Turismo (OMT). En la práctica, ha dedicado la mayor atención al estado de ánimo de los empresarios e inversores españoles, que en las últimas semanas han sido puestos en el punto de mira de los sectores políticos y económicos de la derecha pinochetista. Pisonero dijo que los empresarios españoles no se sienten amenazados pero sí subrayó que reina un clima de "incomodidad" por estar permanentemente en el punto de mira de los medios de comunicación.El clima de presiones alcanzó su zénit el 16 de septiembre, cuando el ministro chileno de Asuntos Exteriores, Juan Gabriel Valdés, convocó inesperadamente a representantes de 19 empresas españolas a una reunión que tuvo un carácter de chantaje encubierto. El canciller advirtió a sus interlocutores de que el Gobierno de Chile no podía hacerse responsable ante eventuales actitudes hostiles del empresariado chileno a causa del juicio contra Pinochet y sugirió a los empresarios españoles que transmitieran esta inquietud al Gobierno de José María Aznar.

La secretaria de Estado de Comercio admitió sin decirlo que las relaciones con Chile están bajo mínimos. Durante su estancia en Santiago no ha mantenido ninguna entrevista oficial con su homólogo chileno, ni con representante alguno de la Administración. Fue recibida en el aeropuerto con las mínimas normas de protocolo, pronunció su intervención en la asamblea de la OMT, y recibió el saludo del presidente Eduardo Frei. Los demás contactos fueron con representantes de la Embajada, de los empresarios y de la prensa española.

Ha sido una visita de bajo perfil político y extremadamente cuidadosa de no herir susceptibilidades en un momento difícil de las relaciones bilaterales, tal y como han reiterado varios ministros del Gobierno chileno. Pisonero sí afirmó que España ha sido el primer inversor en Chile en los últimos dos años y tiene la vocación de mantener esta posición, que los empresarios españoles creen en Chile como país y en su economía, y que sus inversiones son a largo plazo y no especulativas.

Mantener las inversiones

Agregó que los distintos grupos empresariales mantienen sus planes de inversión en Chile al margen de los gestos hostiles. "No se ha interrumpido ninguna operación en marcha", afirmó, "en todo caso puede haber algún retraso". Y concluyó: "Las cosas van todo lo bien que pueden ir, teniendo en cuenta el contexto económico internacional".

En otro capítulo de las reacciones contra España por la detención y el juicio a Pinochet, la Contraloría General de la República (equivalente a la Fiscalía General del Estado) ha anunciado que no asistirá a la Asamblea Latinoamericana de Contralorías y Entidades de Fiscalización Superior, que se celebrará el mes próximo en Paraguay, en señal de protesta por la presencia en dicho simposio del juez Baltasar Garzón, quien ha sido invitado para pronunciar la conferencia inaugural sobre Corrupción internacional, armamentismo y drogadicción.

Para hacer más patente el malestar chileno que causa la presencia del juez que persigue a Pinochet, el contralor Arturo Aylwin, ha ordenado la suspensión del envío de las ponencias que iba a pronunciar la delegación chilena, y ha decidido que no viajarán a la capital paraguaya ni tan siquiera funcionarios de rango menor. Fuentes chilenas indicaron ayer que otros tres países -Argentina, Brasil y Perú- han rebajado el nivel de sus delegaciones a dicha asamblea en solidaridad con Chile.

Al término de la primera jornada del juicio de extradición al general golpista, su hijo Marco Antonio Pinochet declaró en tono pesimista que alberga pocas esperanzas de que el Gobierno considere razones humanitarias para ordenar su regreso a Chile "porque parece que para que apliquen razones humanitarias, la persona tiene que estar moribunda y, afortunadamente, éste no es el caso". Marco Antonio criticó al Gobierno de su país por "no haber hecho la presión suficiente" para lograr la libertad de su padre.

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