"La madera es el principal componente del Producto Interior Bruto Agrario del País Vasco"

Durante cuatro días se han re unido en Vitoria los principales expertos en Biotecnología forestal. El investigador y organizador de este congreso, Santiago Espinel, nacido en Madrid y residente en la capital alavesa desde hace 13 años, forma parte del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (NEIKER), donde se trabaja decididamente en la mejora de la producción del pino insignis y otros árboles, no en vano la salvicultura es la principal fuente de ingresos del sector. Pregunta. ¿Qué es lo que ha ofrecido este congreso de interesante para un ciudadano que no tenga relación con la explotación forestal, un paseante por los bosques del País Vasco? Respuesta. En este congreso se han visto dos aspectos del cultivo de los árboles: por un lado, lo que los nuevos avances de biotecnología pueden hacer para que las especies productivas (chopo, pino, eucalipto) incrementen su producción de madera. Pero igual de importante que esto es lo que esas nuevas técnicas están haciendo por el conocimiento de las especies y su mejor conservación. En Neiker estamos trabajando, de este modo, con dos árboles: el pino radiata y el roble. De ahí que estas investigaciones no sólo tengan interés para el propietario de montes, sino para el ciudadano en general. P. Los investigadores de Neiker han conseguido acelerar en un 20% el crecimiento del pino, ¿se podría trabajar en esta línea con el roble, ya que su lentitud en llegar a árbol adulto ha sido una de las razones de la pérdida de interés por su replantación? R. Sí, pero tampoco tiene mucho sentido destinar los esfuerzos de la genética a acelerar el crecimiento del roble, porque este árbol tiene un periodo de corta de 120 años. De este modo reducirlo a 100, no supone un incremento cualitativamente interesante. Hay países de gran tradición forestal, como Alemania o Francia, que sí hacen trabajos con estos árboles, porque tienen grandes bosques de robles. De momento, en el País Vasco se debe intentar regenerar el roble que hay. Luego, por otra parte, con el pino, al ser el tiempo de tala de 35 años, sí se aprecian los resultados con ese 20%; prácticamente se ve la inversión. P. ¿Es cierto que la introducción del pino y del eucalipto ha empobrecido la tierra de los montes vascos? R. Las especies no son ni buenas ni malas; los árboles actúan en un terreno y es el ser humano el que interviene sobre ellas. Es cierto que se ha hablado de que el pino empobrece la tierra, pero eso es consecuencia de una mala salvicultura, ya que muchas veces para conseguir un mayor beneficio económico se llevan a cabo unas prácticas que no son adecuadas como es el corte a matarrasa en pendientes grandes y en épocas de lluvias. Esto sí que se tendría que evitar. P. ¿Qué vinculación tienen los experimentos transgénicos en la salvicultura con los que se están realizando en la agricultura? R. Son dos ámbitos muy diferentes, aunque en los dos se trabaje con plantas. El problema que tienen los árboles es que su mutación puede llevar a la ruptura de un ecosistema. De momento no se ha trabajado en lo referente a este campo, sino que se está estudiando su resistencia a los herbicidas o al logro de mayor porcentaje de celulosa. P. ¿Por qué el País Vasco como sede de este primer encuentro internacional? R. En primer lugar, porque en Euskadi el bosque tiene mucha importancia, tanto económica como social. Y ya, como razón práctica, Neiker lleva trabajando en este campo muchos años en los que ha establecido relaciones con los principales investigadores del mundo. P. ¿Cuáles son las líneas de investigación que se están viendo en el congreso? R. Principalmente, tres. La biotecnología engloba muchas técnicas: la investigación del ADN, que sirve para descubrir la biodervisidad de los bosques, entre lo que se encuentra el conocimiento de la capacidad de los árboles para resistir las plagas de los insectos. También está la vitropropagación o lo que sería la fecundación in vitro. Y por último el asunto de los transgénicos, en donde se cuenta con los mejores expertos, procedentes de Nueva Zelanda, Canadá y Alemania. P. ¿Cuál es el futuro de los bosques del País Vasco? R. No creo que varíe mucho. Se tiende, quizas, a un ligero aumento de la plantación de eucalipto, pero lo que se va a notar es una mayor presencia de bosque autóctono, ya que las plantaciones de pino insignis han descendido. P. ¿Cuál es el destino de todos esos pinos que se cultivan en el País Vasco? R. Eso es algo que hay que destacar: el principal destino de la madera del pino cultivado aquí son las fábricas de muebles de Levante. En los años cincuenta, se podía hablar de que la mitad de esta madera iba a las papeleras y el otro 50% a las serrerías. Ahora mismo, la mayor parte de los muebles que se venden están fabricados con madera de pino insignis vasco. Esto ha llevado a que el precio se haya doblado. Y es que la madera es el principal componente del Producto Interior Bruto Agrario del País Vasco, más que el vino de Rioja alavesa.