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Tayikistán vota en referéndum el pacto para poner fin a la guerra civil

La población de Tayikistán -la más pobre de las exrepúblicas soviéticas, que después de la desintegración de la URSS ha vivido una larga y sangrienta guerra civil- se volcó ayer a las urnas para participar en un referéndum que debe modificar el sistema de Gobierno y que representa un paso definitivo hacia la reconciliación nacional. Se trata de un compromiso al que, bajo el patrocinio de la ONU, han llegado el régimen oficial promoscovita, por una parte, y la oposición islámica, por otra. La nueva Constitución sometida a referéndum, de ser aprobada, permitirá aumentar el plazo del presidente de cinco a siete años, sin derecho a reelección, y formar partidos políticos musulmanes en la oposición. Los tayikos deben votar por aprobar o rechazar el paquete entero de cambios y no por cada modificación aparte. La mayoría de los observadores considera que el sí obtendrá sin dificultades el 50% de los votos de los participantes, mínimo exigido por la ley para aprobar el referéndum.Emomalí Rajmónov, que encabeza esa república centroasiática de seis millones de habitantes desde hace siete años, y que fue elegido presidente hace cinco, podrá volver a presentar su candidatura en los comicios de noviembre, ya que su elección anterior no se cuenta a efectos de aplicar la nueva Constitución.

A pesar de sus riquezas naturales, Tayikistán ocupaba el último lugar entre las repúblicas soviéticas y en los más de cinco años de guerra civil la economía ha quedado totalmente destruida. Las pocas industrias que funcionan son controladas por caciques locales, y el crimen organizado campa por sus respetos. Es una de las principales rutas de entrada de drogas hacia Rusia.

Poblado por tayikos, pueblo de lengua farsí, hay un gran porcentaje de uzbekos, sobre todo en la región industrializada de Jodzhent, en el noroeste del país. Allí son fuertes los ánimos separatistas y siempre está latente el problema de que esa provincia pueda ser anexionada por Uzbekistán. Otro peligro secionista lo representa el Alto Badajshán, autonomía pamir en el este de la república.

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