La Fiscalía de Londres centrará el juicio de extradición de Pinochet en 36 casos de tortura
El juicio de extradición del ex general Augusto Pinochet comienza hoy en el tribunal penal de Bow Street a las 10.30 (11.30 hora peninsular) bajo el impacto de la noticia de que el nuevo magistrado, Ronald Bartle, que ha de resolver la suerte del ex dictador, es miembro del club conservador St. George Royal Society, del que es vicepresidenta la ex primera ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher, y que él mismo fue candidato por el citado partido al Parlamento británico en 1959. Thatcher se ha mostrado como una firme partidaria del ex dictador.
ENVIADO ESPECIALLa Fiscalía de la Corona británica, que representa a España, centrará la demanda en 36 casos de tortura cometidos a partir del 8 de diciembre de 1988, en un juicio cuya fecha límite es el 1 de octubre. El fallo, que será anunciado por el magistrado Bartle en una o dos semanas después de la vista, puede ser recurrido ante el Alto Tribunal de Justicia y, más tarde, ante los lores.Ronald Bartle, adjunto a Graham Parkinson, magistrado jefe del tribunal penal de Bow Street, donde se resuelven los casos de extradición en el Reino Unido, fue nombrado para hacerse cargo del juicio el 10 de septiembre. Hasta entonces, Parkinson, que fue el magistrado que convocó a Pinochet el 11 de diciembre de 1998 en el tribunal de Belmarsh para anunciarle el proceso de extradición, siempre declaró a las dos partes -la Fiscalía y la defensa de Pinochet- que llevaría el caso en persona.
El 10 de diciembre, Parkinson informó que tras ser nombrado para coordinar la aplicación de la nueva ley de acceso a la justicia en el Reino Unido había tomado la decisión de delegar en su adjunto, el magistrado Bartle, el caso Pinochet. El anuncio fue hecho a través de un comunicado de la oficina de prensa del lord Chancellor, Irvine of Lairg, el más alto dignatario de la justicia en el Reino Unido, y miembro del Gabinete del primer ministro Tony Blair.
Bartle, como magistrado del tribunal de Bow Street intervino en el caso Pinochet pocos días después de la detención del ex dictador en Londres, el 16 de octubre de 1998. Fue con ocasión de la presentación de una segunda orden de captura de Pinochet, que subsanaba errores en la primera y ampliaba los cargos.
La intervención de Bartle se consideró meramente administrativa, basada en una orden de detención cursada días antes; además, tenía lugar cuando Pinochet ya estaba detenido.
Hace algunas semanas trascendió que Bartle, de 70 años, era un hombre de ideas conservadoras que ha escrito varios libros en los que expone la doctrina cristiana. Uno de ellos es The magistrate as a christian (El magistrado como cristiano); otro es The law and the lawless (La ley y los sin ley). El día 22, la oficina del lord Chancellor difundió la fotografía del magistrado como parte de la preparación del juicio que comienza hoy. En este contexto, la prensa británica informó el sábado de que Bartle es miembro de un club patriótico tory, cuya vicepresidenta desde enero es Margaret Thatcher. Asimismo, Bartle se presentó, sin éxito, como candidato del Partido Conservador a las elecciones generales de 1959.
La baronesa Thatcher invitó a Pinochet a un aperitivo en su casa, el 5 de octubre de 1998, 11 días antes del arresto del ex dictador. Tras ser detenido, Thatcher lanzó una cruzada militante para conseguir la libertad de Pinochet y su regreso a Chile. La baronesa le ha visitado en varias ocasiones en su casa de Virgina Water, en Surrey, durante los últimos meses, entrevistas que fueron, en ocasiones, filmados por las cámaras de la televisión británica.
En el único debate de la Cámara de los Lores sobre el caso Pinochet, el 6 de julio, Thatcher explicó, con gran energía, que "sin la considerable ayuda práctica del presidente Pinochet en 1982, muchos británicos habrían perdido sus vidas" con ocasión de la guerra de las Malvinas.
La baronesa también expresó su preocupación por la decisión de los jueces lores de retirar, parcialmente, en marzo de 1999, la inmunidad a Pinochet. "Todos los ex jefes de Estado están potencialmente en riesgo; aquéllos que están aún en el poder se inhibirán de actuar correctamente en caso de crisis, porque podrán ser llevados más tarde ante un tribunal extranjero para responder por su conducta... Esto es la caja de Pandora", explicó.
Fuentes jurídicas consultadas anoche dijeron que el magistrado Bartle, tras conocerse su vinculación con el partido tory y su pertenencia al club St. George Royal Society, seguramente preguntará a las dos partes, nada más iniciarse el juicio, si tienen algo que decir.
La historia de Bartle se suma, por otra parte, a otro hecho destacado que tuvo lugar en el caso Pinochet, cuando en febrero pasado los jueces lores resolvieron anular una primera sentencia contra el exdictador, después que la defensa impugnó el fallo por una apariencia de parcialidad de uno de los miembros del tribunal, lord Leonard Hoffmann, quien no informó a las partes sobre sus vínculos con Amnistía Internacional, uno de los intervinientes en el caso.
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