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La NASA da por perdida la nave que desapareció en la órbita de Marte

El fracaso obliga a revisar todos los sistemas de navegación de las misiones marcianas

Un error en los cálculos o en las instrucciones introducidos en la nave Mars Climate Orbiter (MCO) la hizo desintegrarse en la tenue atmósfera marciana cuando debía ponerse en la órbita de Marte tras nueve meses de viaje. La NASA reconoció ayer que la nave se ha perdido por un error de navegación y esta madrugada abandonó su búsqueda. La NASA ha iniciado una completa revisión de los sistemas de navegación de las misiones marcianas, especialmente de la que debe llegar a Marte el 3 de diciembre. Los técnicos buscan soluciones para que ésta y futuras misiones puedan comunicarse con la Tierra sin la antena de la MCO.

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Ayer, la NASA dejó de fingir que la nave puede todavía encontrarse viva en una órbita equivocada y reconoció en la madrugada de hoy, después de anunciar que había abandonado incluso toda búsqueda, que un error de navegación ha provocado su inmolación en la atmósfera marciana.El Jet Propulsion Laboratory (JPL), con base en Pasadena (California), también reconoció esta misma madrugada que había dejado de intentar el contacto con la MCO. "Los ingenieros calculan ahora que la altitud de la nave en el momento del encendido de su motor para ponerse en órbita alrededor del planeta rojo era de 57 kilómetros", precisó el JPL en un comunicado. El equipo encargado de la misión considera que "la altidud mínima a la que la nave podía sobrevivir era de 85 a 100 kilómetros", añade el texto.

El análisis hecho por los directivos del JPL había dejado pocas dudas de que la MCO había funcionado perfectamente durante su cita con Marte el pasado jueves, pero que un error de apreciación, anterior al accidente, había hecho que la nave se sumergiera demasiado en el cielo marciano con la consecuencia de que la fricción con su tenue atmósfera provocó la rotura o el incendio. Tras un viaje de nueve meses y 670 millones de kilómetros, la MCO entró en la atmósfera a una altura casi 100 kilómetros menor de lo previsto.

Al parecer, el error fue humano y tuvo lugar en la Tierra, durante la delicada maniobra de inserción en órbita. "Ha ocurrrido un grave error de navegación", había reconocido ya el mismo jueves el director del proyecto, Richard Cook. Los ingenieros perdieron el contacto con la nave a las 10 de la mañana (hora pensinsular española) del jueves, cuando acababa de empezar la maniobra de frenado y la sonda se ocultó trás del planeta. No volvieron a recibir señal alguna de ella.

Recortes de presupuesto

Este accidente ha tenido lugar cuando la NASA se enfrenta a grandes recortes en el presupuesto del año que viene, cuando intenta mantener el apoyo internacional para la Estación Espacial Internacional y cuando trata de mantener en estado de vuelo su flota de transbordadores, todos los cuales se encuentran ahora en revisión por problemas en los sistemas eléctricos.

A medida que su presupuesto ha sido recortado en los últimos años, la NASA ha intentado mantener el ritmo de misiones de exploración. Ha lanzado 20 misiones -mas baratas y más pequeñas que las anteriores- en los últimos dos años. Algunos especialistas creen que esta política de recorte de costes tiene que ver con la pérdida de la MCO.

Cuando Estados Unidos exploró Marte con las naves Viking en 1976, 500 personas formaban la tripulación en tierra de las naves, que mostraron por primera vez al mundo los desolados paisajes del planeta rojo, en cuya superficie algunos creyeron ver signos de una civilización marciana a primeros de siglo. Cuando se perdió la Mars Observer en 1993, había más de 200 personas en el centro de control. Ahora, con la MCO y la Mars Polar Lander, que debe llegar a Marte el próximo 3 de diciembre, hay sólo 80 personas y ambas misiones han costado sólo 52.000 millones de pesetas, asegura la NASA.

"Este error de navegación no suele ser la forma en que se estropean las cosas", ha dicho tras el accidente John Pike, director de política espacial en la Federación Americana de Científicos, informa Los Angeles Times. "En la NASA se han reducido los recursos y siempre existe la preocupación de qué puede pasar cuando hay demasiado trabajo y demasiadas pocas personas".

Otros analistas de los programas espaciales descartaron el factor de sobrecarga de trabajo y recortes presupuestarios en el accidente del pasado jueves. "Un mayor riesgo de fracaso es una consecuencia inevitable de una mayor frecuencia de las misiones", ha señalado John Logsdon, un experto de la Universidad George Washington. "Si se produce algún fracaso, no es justo utilizarlo para eliminar elementos del programa espacial", ha dicho.

Fuera de trayectoria

Según la estimación posterior realizada por los ingenieros del JPL, la nave se encontraba ligeramente fuera de su trayectoria ideal desde hace días, bien por un error en la programación o por un error humano de apreciación. Sin embargo, ellos no tenían ni idea de esta situación cuando iniciaron la maniobra de inserción en órbita el pasado jueves. Hasta que desapareció "creíamos que sabíamos dónde estaba, por eso estamos tan afectados", dijo Cook.

Mientras seguían intentando contactar con la nave ayer, los técnicos también se movilizaron para asegurarse de que el mismo error de navegación no va a afectar a la segunda nave camino de Marte, la Mars Polar Lander. Esta nave y la ahora desaparecida debían trabajar juntas en la exploración de la historia climática, el clima y el agua en el planeta, ha explicado un científico del proyecto, Richard Zurek. Se suponía que la MCO debía retransmitir las señales dela Mars Polar Lander entre diciembre de 1999 y febrero de 2000, antes de iniciar su propia misión de observación. Los ingenieros creen que podrán recibir directamente las señales de la Lander a través de la antena de que va provista o utilizar como repetidor la Mars Global Surveyor, otra nave que se encuentra actualmente en órbita del planeta. Según Pilcher, no se perderá nada de lo que obtenga esta nave. Nadie espera, sin embargo, que se repita la misión ahora abortada. "Es una pérdida terrible", ha dicho Conway Leovy, especialista en física de la atmósfera que participaba en la misión de la MCO. "Era una oportunidad única".

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