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El Gobierno central apoya con 62 millones la apertura de 'narcosalas' en Madrid

Amaya Iríbar

El proyecto de las narcosalas está cada día más cerca de hacerse realidad en Madrid. El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, avaló ayer el proyecto de la Consejería de Sanidad y la Agencia Antidroga de la Comunidad. Y lo hizo de la forma más efectiva, al asegurar que este organismo, que depende del Ministerio del Interior, financiará parte del proyecto, el primero en España que permitirá a los toxicómanos inyectarse en un local bajo supervisión médica. Interior aportará 62 millones de pesetas para abrir la primera narcosala, según confirmó un portavoz del Plan Nacional sobre Drogas, lo que supone una buena parte del coste previsto para el proyecto inicial (de 120 a 160 millones). La puesta en marcha del plan esta prevista, como pronto, para finales de octubre.De la evaluación de esta primera experiencia, en principio una unidad fija en Las Barranquillas (Vallecas-Villa), depende que ésta se extienda a otras comunidades, subrayó ayer Robles a Efe.

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Interior financiará parte de una 'narcosala' móvil y de otra fija

VIENE DE LA PÁGINA 1 "Nos ha parecido una experiencia interesante", aseguró Robles, quien recordó que ésta se ajusta a la realidad española en la que hay un colectivo de toxicómanos "altamente deteriorados" que no consiguen rehabilitarse. El aval del Plan Nacional de Drogas da alas a una iniciativa en la cual la Comunidad de Madrid, gobernada por el Partido Popular, trabaja desde hace meses. No sólo porque aportará parte del dinero que costarán las dos primeras narcosalas -una de ellas de carácter fijo, en principio en Las Barranquillas (Vallecas-Villa), un barrio en cuyas cercanías hay varios puntos de venta de drogas, y otra móvil-, reconoció ayer José Ignacio Echániz. El apoyo explícito de Robles ayudará también a eliminar las reticencias que, desde el punto de vista del orden público, pueden generar este tipo de centros.

El proyecto todavía no está cerrado, si bien el consejero espera que las primeras salas abran sus puertas este mismo año. La fecha prevista, finales de octubre, puede retrasarse, en parte por el consenso que, según el consejero de Sanidad, han buscado para este proyecto. Los responsables de la Agencia Antidroga ultiman las características de cada una de estas salas, así como el personal médico necesario y el horario durante el cual abrirán sus puertas.

El objetivo de estas salas, que ya funcionan en Austria, Holanda y Suiza, es llegar a aquellos heroinómanos que están fuera del sistema sanitario porque no quieren o no pueden someterse a un programa de rehabilitación o sustitutivo, como el de metadona. En las nuevas salas estos toxicómanos podrán inyectarse, fumar o inhalar la droga que quieran siempre y cuando la lleven consigo. No se trata pues de suministrar heroína de forma gratuita. El personal sanitario les ayudará a hacerlo de la forma menos perjudicial y garantizará una acción inmediata en caso de sobredosis.

Red de atención

Los llamados puntos limpios de inyección ya han superado, según el consejero de Sanidad, las iniciales reticencias del alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano. Pero la concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Beatriz Elorriaga, recordó ayer que el consistorio no ha decidido nada todavía sobre la instalación de las narcosalas, informa F. Javier Barroso. La edil condicionó su colocación a que las nuevas instalaciones se integren en la red de atención al drogodependiente, algo que da por hecho Echániz y que había dejado claro el responsable del Plan Nacional sobre Drogas: "[La experiencia] está integrada dentro de una más amplia que es la del centro de emergencias donde va a haber una atención sanitaria y humanitaria".

Hasta ahora, según Elgorriaga, sólo dos asociaciones de vecinos de Vallecas se han opuesto a la medida. Echániz está convencido de que cuando las narcosalas abran sus puertas esos miedos desaparecerán.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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