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La Ertzaintza dedica 8.500 horas al año a atender las falsas alarmas de negocios

Unos 23 minutos de media es el tiempo que invierte una patrulla de seguridad ciudadana de la Ertzaintza en comprobar que es falsa la alarma de seguridad que salta en un establecimiento privado sin causa aparente. La Policía vasca atendió durante 1998 un total de 22.570 avisos falsos de este tipo, lo que se tradujo en 8.651 horas desperdiciadas por los agentes, que podían haberse dedicado a la prevención. Desde enero a junio de este año, la Ertzaintza ha tenido que atender ya 10.883 alarmas sin fundamento, de las que 1.621 se han producido en Bilbao

"El mal funcionamiento de muchos sistemas de alarma que se activan innecesariamente es causa de muchas horas de trabajo perdidas por los agentes al cabo del año. Una patrulla que no tenga que perder el tiempo comprobando falsas alarmas está más tiempo disponible para atender otro tipo de urgencias que afectan a los ciudadanos". Estas son algunas de las reflexiones contenidas en un informe elaborado por el Servicio de Seguridad Privada del Departamento de Interior, dedicado a la supervisión de las empresas, el personal y la actividad de seguridad privada en el País Vasco, y que trata de concienciar de la importancia de contar con sistemas de seguridad en buenas condiciones. Uno de los responsables de este área explica que la alarma puede saltar por varias circunstancias, pero muchas veces es "porque se ha manipulado de manera incorrecta por parte del dueño del local o porque tiene algún fallo en su instalación". La patrulla de seguridad ciudadana acude, pero generalmente cuando llega al lugar no hay nadie que pueda ofrecer una explicación de lo que sucede. Los agentes deben esperar, al no poder acceder al local por ser de propiedad privada y porque su apariencia exterior es normal. Una empresa privada que se dedica a recibir los avisos comunica al dueño del local lo sucedido y éste da permiso para que los agentes entren en el comercio. Un servicio de vigilantes lleva las llaves y se las cede a la patrulla. En total, 23 minutos perdidos de media. El Departamento de Interior publicó en 1994 un decreto para unificar el mundo de la seguridad privada. Además de establecer sanciones a los establecimientos que hacen un mal uso de los sistemas de seguridad, indica los cinco comercios y negocios que están obligados a contar con alguna medida de vigilancia: farmacias, despachos de lotería, gasolineras, joyerías y bancos. "Existe desconocimiento e incumplimiento", zanja uno de los agentes del Servicio de Seguridad Privada de la Ertzaintza. Aumentan las sanciones Desde enero a julio se han abierto 38 expedientes sancionadores, frente a los 16 de 1997 y los 39 incoados el año pasado. El mayor número de expedientes se han dirigido contra las entidades bancarias, al detectar anomalías en los sistemas de seguridad tras la comisión de un atraco. "Un sistema de seguridad que funciona bien supone un argumento casi insalvable para la mayoría de los delincuentes", destaca el informe elaborado por la Ertzaintza.

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