Los restaurantes del Reino Unido deberán especificar a sus clientes si utilizan transgénicos en sus platos
Los infractores podrán ser sancionados con multas de hasta 1,2 millones de pesetas
Los propietarios de los locales más pequeños han reconocido ya que no disponen de recursos para averiguar la composición de todos sus productos. El Ministerio de Agricultura les ha respondido que han tenido seis meses para prepararse "y la ley hay que respetarla".Las harinas de soja y maíz transgénicos, las únicas de su clase comercializadas legalmente por ahora en el Reino Unido (y en toda la Unión Europea), están en el 90% de los alimentos servidos en los comedores públicos. La nueva normativa no prevé, sin embargo, derivados como la lecitina o el aceite de soja: aunque ambos han sido obtenidos gracias a la biotecnología, su ADN no ha sufrido modificaciones genéticas. De ahí que el legislador no los considere propiamente transgénicos. "En el futuro es posible que añadamos otros productos, pero la soja y el maíz son las dos semillas transgénicas más comunes. Forman parte integrante de multitud de alimentos de uso corriente, en especial, las comidas preparadas", afirmaron ayer portavoces del departamento de Agricultura.
A pesar de que los cambios fueron anunciados en marzo pasado, el cuerpo de inspectores alimentarios, dependiente de las autoridades locales y encargado de supervisar el cumplimiento de la ley, ha advertido de que no podrá visitar todos los locales.
Muchos de sus dueños, en especial los que tienen bares o cafeterías pequeñas, aseguran a su vez que carecen de recursos para comprobar si las harinas que llegan a sus cocinas son transgénicas o no. Tienen que fiarse de la palabra de sus proveedores. En muchas ocasiones, los sacos que reciben incluyen poca información sobre el tratamiento recibido por las materias primas.
"Si el cocinero del bar de la esquina le compra al mismo mayorista que sirve, por ejemplo, a la cadena McDonald"s, le será muy fácil saber lo que guisa. De otro modo, seguirá a oscuras, como hasta ahora, pero encima pueden multarle", lamenta el grupo ecologista Amigos de la Tierra, que ha efectuado su propia investigación al respecto. Según sus datos, 11 de las mayores compañías de comida rápida instaladas en el Reino Unido, entre ellas Burger King, Wimpy, Pizza Hut, KFC y la propia McDonald"s, aseguran haber excluido la soja y el maíz transgénicos de sus recetas.
En locales menos famosos, pero igualmente concurridos, evitar una demanda será más complicado. Si las dudas de un cliente acerca de los ingredientes del menú no son satisfechas, éste puede quejarse a su inspector alimentario local. De acabar ante los tribunales, el dueño del restaurante puede pagar multas que, en el peor de los casos, superarán el millón de pesetas.
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