"Inmoralidad y abuso"

Tabacalera obtuvo en 1998 unos 20.000 millones de beneficios. Aún más, en el primer semestre de 1999, aumentó esos resultados en un 29%. Desde los sindicatos se tacha de "inmoralidad" que una empresa con ese volumen de ganancias pretenda dejar a 1.400 trabajadores en la calle y cerrar ocho fábricas en toda España. El de Málaga es el único de los tres centros de Andalucía afectado por el plan industrial. El consejero de Industria, Guillermo Gutiérrez, coincide con la crítica de los sindicatos. "Empresas recientemente privatizadas están abusando del sistema (de jubilaciones anticipadas), un sistema que fue hecho para situaciones de crisis y que se está utilizando en épocas de bonanza económica, haciendo un uso casi fraudulento para obtener más beneficios". Al hilo de esta queja, Gutiérrez urgió al Gobierno a modificar la ley -aprobada por el PSOE en los ochenta para dar cobertura a los trabajadores cuyas fábricas estaban abocadas al cierre- de modo que las empresas con beneficios no puedan acogerse a las jubilaciones anticipadas previstas en esa normativa. Según el consejero, el PP tiene instrumentos para poner freno al "abuso" de las prejubilaciones "a no ser que se quiera acabar con ese sistema de solidaridad dejando que se abuse de una garantía creada para los trabajadores en paro por situaciones de crisis". Gutiérrez incluso quiso dejar claras las diferencias entre la Junta y el Gobierno del PP. Hace una semana, el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, prometió a los trabajadores que mediaría para evitar la desaparición de la factoría malagueña y para que se alcance una solución "pactada" con los sindicatos. Gutiérrez rechaza el cierre "incluso aunque sea consensuado" para que la provincia no se convierta en un desierto industrial. En los últimos años, Málaga ha perdido factorías históricas: Intelhorce, Nestlé, Larios, Cervezas Victoria, Talleres Molina y Metalsa. Tabacalera ha convocado a los sindicatos para el próximo jueves para "reflexionar" sobre el plan. Los sindicalistas dicen que la empresa está ahora "más suave" que cuando presentó la reestructuración en julio pasado, aunque los portavoces de la compañía mantienen que el calendario de cierres "no ha variado un ápice".