Sones cubanos en Sant Cugat

Si el son es la música cubana por excelencia, el septeto es la formación ideal para interpretarlo. Los sextetos (convertidos después en septetos con el añadido de una trompeta) nacieron en los años veinte y la mayoría desaparecieron a lo largo de los sesenta. En los últimos tiempos, gracias a la ola de revivalismo cubano que nos invade, muchos septetos han sido reformados, pero sólo uno prosigue activo desde su fundación: el Septeto Nacional, unánimemente considerado el paradigma de esta formación, que incluye dos cantantes, guitarra, tres, contrabajo, trompeta y bongós. El Septeto Nacional actuará esta noche (22.00 horas) en el Centro Cultural de Sant Cugat del Vallès. Ignacio Piñeiro fundó el Sexteto Nacional en 1927 con la voz solista de otro histórico de la música cubana: Abelardo Barroso. Piñeiro convirtió inmediatamente su sexteto en septeto y lo dirigió con algunas intermitencias hasta su muerte, en 1969. Piñeiro fue uno de los grandes innovadores de la música cubana y a su pluma se deben más de 300 composiciones. George Gershwin utilizó una de ellas, Échale salsita, como base de su famosa Obertura cubana. Tras la muerte de su líder, el grupo siguió manteniendo el mismo espíritu que marcó sus inicios, es decir, conservó el son como primera arma pero sin dejar de lado el resto de los ritmos cubanos tradicionales. Nombres tan prestigiosos como los de Marcelino Guerra, Lázaro Herrera y Alfredo Valdés han pasado a lo largo de estos 70 años por las filas del Septeto Nacional. En la actualidad la banda está dirigida por el guitarrista Ignacio Ayme, Richard.-