Balza dice que la Ertzaintza no está para "definir derechos" en el Alarde
El consejero de Interior, Javier Balza, aseguró ayer en torno a la polémica suscitada por la contundente actuación de la Ertzaintza en el Alarde de Hondarribia que la labor de su departamento no es "definir derechos" y que la actuación policial neutralizó el "riesgo que existió para la integridad física" de algunas personas y evitó que se produjeran "graves lesiones y enfrentamientos" entre partidarios y detractores de la participación de la mujer en el Alarde de Hondarribia. Una decena de personas resultó heridas leves como consecuencia de la intervención policial, que pretendía evitar que la compañía mixta Jaizkibel, que integra a la mujer como escopetera en igualdad de condiciones con los hombres, rompiera el nutrido cordón policial para desfilar junto a las 21 compañías del denominado Alarde tradicional. El titular de Interior avanzó ayer, en los pasillos del Parlamento vasco, parte de la respuesta que tiene previsto dar a Izquierda Unida, formación que pidió su comparencia ante lo que considera una "actuación policial desproporcionada". El propio Ararteko decició de oficio abrir una investigación sobre los incidentes y la aparatosa intervención policial. Balza reconoció que los esfuerzos realizados por su Departamento en las semanas previas a la celebración del Alarde -que conmemora la victoria en 1638 contra el Ejército francés- fueron "baldíos". Desechada cualquier posibilidad de acercamiento entre el consistorio, la compañía Jaizkibel, Emakunde y los representantes del Alarde tradicional, el equipo de Interior preparó un dispositivo, consciente del alto riesgo que suponía el evento. PASA A LA PÁGINA 3
Balza dice que la actuación de la Ertzaintza en el Alarde neutralizó los "riesgos" contra las personas
VIENE DE LA PÁGINA 1 La intervención con las porrras de los ertzainas deplegados en la localidad guipuzcoana -que arrojó diez heridos leves y una veintena de denuncias contra la policía vasca en los juzgados- fue duramente criticada por la compañía Jaizkibel y por los grupos políticos Euskal Herritarrok (EH) y Ezker Batua (IU-EB). IU, además, solicitó la comparecencia del consejero de Interior para explicar la "desproporcionada" actuación policial y el PP también ha presentado una pregunta dirigida al consejero sobre estos extremos. Junto a esas iniciativas parlamentarias, el Ararteko ha iniciado de oficio una investigación sobre la actuación de la policía vasca. Balza y su equipo preparan ya la comparecencia. El consejero pretende primero explicar en la Cámara las labores que realizó su departamento -básicamente el viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda- tendentes a encontrar una solución pactada con todas las partes involucradas (compañía Jaizkibel, partidarios del Alarde tradicional, el alcalde de Hondarribia, el peneuvista Borja Jáuregui, y Emakunde). Pese a todo, Balza reconoció ayer que este intento resultó baldío y "fue imposible articular cualquier posible pacto que conjugara todos los intereses, tal y como ocurrió en Irún". A juicio del consejero, existía, por los precedentes de los dos años anteriores, un "un riesgo serio de una grave alteración del orden público y violencia contra las personas". De alguna manera, Balza justificó el papel represivo de la Ertzaintza al afirmar que la policía no está para "definir derechos", en alusión a las resoluciones judiciales. En enero de 1998 el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco avaló la participación de la mujer en igualdad de condiciones en el Alarde. La sentencia, que es firme, fue recurrida al Supremo y aún no se conoce el fallo. Balza adujo que, cuando otras instituciones han sido incapaces de promover el diálogo en la localidad y resolver el problema, "nosotros no podíamos solucionar el conflicto, y lo único que hicimos fue establecer un cordón policial para evitar que los dos alardes chocaran". Fue en ese momento cuando se produjo en intento de rebasar la barrera formada por los agentes. Grabación en vídeo El equipo de Interior que prepara la comparecencia ha visionado la hora y media de grabación realizada desde el helicóptero de la Ertzaintza del comienzo del Alarde y de los incidentes. Interior quiere dejar claro en su explicación que el problema no estuvo en la compañía Jaizkibel, sino en "unas 50 personas que ocasionaron los problemas de orden público al rebasar el cordón policial". Fue esto lo que motivo, según Interior, la carga y el empleo de la fuerza y las porras contra este grupo por parte de los agentes desplegados. "En las imágenes se puede apreciar con claridad que la barrera policial, una vez reconstruido el cordón, se va replegando, de manera que no hay una intención de avasallar o de intervenir de manera desproporcionada. Este tipo de acusaciones han sido muy injustas", apuntaron desde el equipo de Balza. En las imágenes emitidas por las diferentes televisiones se podía apreciar claramente el empleo de porras por parte de los ertzainas, en algunos casos con bastante contundencia, así como el posterior arrastre de las personas que se habían sentado en las calles para protestar por el discurrir de los acontecimientos. No obstante, fuentes de Interior indicaron ayer que hubo un riesgo mayor cuando "cerca de 200 personas favorables al Alarde tradicional se enteraron de que se había rebasado el cordón policial y estaban dispuestas a acercarse hasta el lugar". Esta es una de las razones aducidas por el departamento que dirige Balza para considerar que existió un riesgo real contra la integridad de las personas y que la actuación policial "evitó" males mayores. Todas estas explicaciones componen el núcleo de la comparecencia que deberá realizar Balza por este tema y que aún no tiene fecha fijada.
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