El Ejército de Indonesia anuncia una retirada progresiva del territorio de Timor Oriental
El Ejército indonesio comenzó ayer una retirada progresiva de Timor Oriental, pero no lo abandonará hasta noviembre, manteniendo el "mando unificado" del territorio junto a las fuerzas de paz, según los acuerdos alcanzados en Nueva York. El presidente indonesio, Yusuf Habibie, aseguró ayer que sus tropas actuarán "como agentes de conexión y consejeros" de la fuerza internacional, cuyos primeros miembros llegarán a Timor el lunes. El presidente de EEUU, Bill Clinton, anunció anoche que 200 soldados estadounidenses participarán en el contingente capitaneado por Australia. Cien lo harán sobre el terreno.
El Jakarta Post, diario supuestamente liberal de la capital, abría ayer así su primera página: "Indonesia ha sufrido otra indignidad internacional con la resolución de las Naciones Unidas para establecer una fuerza multinacional de paz que restablezca, con la máxima autoridad, el orden en el devastado Timor Oriental". Es un evidente síntoma de lo que se avecina.Pocas horas después de alcanzado el acuerdo en Nueva York y días después de que el presidente Habibie autorizase el envío de ayuda humanitaria, su Gobierno no autorizó el lanzamiento de víveres a los más de 200.000 timorenses refugiados en las montañas. El presidente y el ministro de Defensa, general Wiranto, no responden a las llamadas del primer ministro australiano, John Howard, y el responsable militar, John Moore, para coordinar el despliegue de las tropas de paz; y Yakarta suspendió ayer un acuerdo de colaboración con Australia en materia de seguridad, vigente desde 1995. Un comunicado oficial argumenta que la suspensión fue adoptada en respuesta a la actitud del Gobierno australiano por su participación en la citada fuerza.
Pese a los obstáculos, el dirigente de la resistencia timorense, Xanana Gusmão, reclamó a las autoridades indonesias autorización urgente para el envío de ayuda humanitaria a millares de refugiados que se encuentran al borde de la muerte. Gusmão, refugiado en la Embajada británica en Yakarta, solicitó la colaboración indonesia para acabar con el genocidio de Timor Oriental y aseguró que los independentistas no reaccionarán con la venganza. "Ésa no es nuestra estrategia", añadió.
Fuentes militares y de Naciones Unidas en Yakarta confirmaron ayer que algunos soldados del Ejército indonesio comenzaron a abandonar la isla, pero nadie confía en una retirada completa hasta el próximo noviembre. Fuentes del Ministerio de Defensa insistieron en que las Fuerzas Armadas permanecerán en Timor Oriental y compartirán el "mando unificado" del territorio con la fuerza multinacional de paz, encabezada por Australia.
Mientras, las autoridades indonesias no concedieron ayer autorización para el lanzamiento de víveres a los más de 200.000 refugiados en las montañas. El dirigente independentista Agio Pereira calificó de "humillante" que los timorenses tengan que recibir ayuda humanitaria en paracaídas cuando el Consejo de Seguridad de la ONU ya acordó el envío de auxilio humanitario y el presidente Habibie autorizó hace días esos envíos.
Varios religiosos y dirigentes independentistas ya han alertado de que los refugiados temen ser localizados por el Ejército y bombardeados inmediatamente, pues no existe ninguna garantía de seguridad hasta la llegada de la fuerza multinacional. El ministro de Defensa australiano dijo anoche que esos lanzamientos, probablemente, no podrán ser realizados hasta la llegada de las tropas de paz, debido a problemas de coordinación con las autoridades de Yakarta. Los dirigentes independentistas están convencidos de que el Ejército lanzará ofensivas contra la población antes de la llegada de la fuerza de la ONU. "Saben que la independencia es irreversible", dice uno de ellos, "y no saldrán de Timor sin arrasar todo lo que puedan, si es que queda algo por destruir".
Las fuerzas internacionales de Naciones Unidas estarán preparadas para entrar en Timor Oriental el próximo sábado, pero algunas dificultades planteadas por Yakarta impedirán su llegada hasta, al menos, el domingo, según fuentes australianas. Bill Clinton anunció ayer que EEUU aportará 200 soldados, la mitad de los cuales se desplegarán sobre el terreno y el otro centenar les dará apoyo logístico. "He decidido contribuir a la fuerza de forma limitada pero esencial", aseguró Clinton. Australia aseguró ayer que ya hay más de 1.200 soldados preparados para entrar en Timor, quienes cuentan con el apoyo de 60 gurkhas nepalíes, así como con el destructor HMS Glasgow que aporta el Reino Unido. El resto, hasta un total de 8.000 hombres, deberá llegar en los próximos días a la ciudad de Darwin y estará compuesta por tropas de Australia, Tailandia, Filipinas, Nueva Zelanda, Brasil, Canadá, Corea del Sur, Francia, Italia y tal vez Portugal.
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