Un fiscal de Málaga pide 13 años para los secuestradores del vicecónsul italiano

El fiscal de la Audiencia Provincial de Málaga pidió ayer una condena de 13 años de cárcel para los tres italianos acusados del secuestro del vicecónsul de Italia en Málaga, Pietro Lano, y su hijo en diciembre de 1996. Michelle Pontolillo, Giovanni Barcia y Claudio Lavazza cumplen actualmente condena en cárceles españolas por el asesinato de dos policías locales en Córdoba durante un atraco. Sus defensores sostuvieron ayer que los acusados no estaban en Málaga el día del secuestro.

Pontolillo, Barcia y Lavazza están acusados de robo, detención ilegal y daños. Los hechos ocurrieron el 4 de diciembre de 1996. El vicecónsul italiano en Málaga, Pietro Lano, se disponía a abrir las oficinas del consulado con su hijo hacia las nueve de la mañana, cuando lo abordaron tres individuos vestidos con monos de faena. Según relató ayer Lano en el juicio, los hombres les dijeron que iban a reparar la antena del edificio y, cuando llegaron al piso del consulado, los amenazaron con armas, los ataron de pies y manos, robaron las 50.000 pesetas que había en la caja fuerte, 12 pasaportes y 20 sellos oficiales de caucho, arrancaron los cables de todos los teléfonos que vieron, obligaron al vicecónsul a grabar un comunicado de la banda en contra de los jueces italianos y se marcharon. El 18 de ese mismo mes, los tres eran detenidos por el asesinato de dos policías en Córdoba durante un atraco a una sede del Banco Santander. La policía les mostró entonces las fotos de los detenidos y el vicecónsul y su hijo los identificaron como sus secuestradores. El testimonio de las víctimas después de la identificación fotográfica fue la única prueba que pudo manejar ayer el fiscal. Y los defensores, que pedían la libre absolución, emplearon todas sus energías en demostrar que había contradicciones entre lo que declararon tras la denuncia y lo que mantenían ayer en el juicio, casi tres años después del suceso. Las descripciones que facilitaron en el primer momento a la policía (peso, altura, acento, cabello) no respondían exactamente al aspecto real de los acusados. Sin embargo, ambos testigos aseguraron ayer que no tenían "ninguna duda" de que eran los tres que se sentaban en el banquillo. "Podían llevar peluca, pero son ellos", declaró Lano. El abogado de Pontolillo, sin embargo, sostuvo que su cliente se encontraba en Barcelona con Barcia la mañana del secuestro. Llevó como testigos a dos amigos del primero que atestiguaron que la noche del día tres estaba con ellos en Turín. Incidió en las contradicciones del testimonio del vicecónsul y su hijo, subrayó que no se había hallado en poder de los acusados ninguno de los objetos robados, ni pelucas o disfraces. Pero nada convenció al fiscal, que decidió mantener la petición de cárcel.