Un tribunal acude a casa de una testigo para evitar la suspensión de un juicio

Los tópicos sobre la lentitud y la burocratización de la justicia quedaron ayer cuestionados después de que un tribunal de la Audiencia de Barcelona y todas las partes personadas en el caso acudiesen a las tres de la tarde a casa de una testigo para tomarle declaración. Con esta decisión, el tribunal evitó el aplazamiento de la vista y que aumentara la polémica que se originó el pasado mes de julio, cuando no pudo celebrarse el mismo juicio por falta de jueces.

El caso que se juzgó ayer sentó en el banquillo a Jorge B. G., que ahora tienen 19 años, y al que el fiscal acusa de ocho delitos sexuales, entre ellos una violación, y de diversos robos, cometidos en Badalona entre abril y julio de 1997. Por estos hechos, la fiscal solicita en sus conclusiones provisionales 34 años de prisión y le aprecia la atenuante de minoría de edad.Tras el aplazamiento de la vista por falta de jueces el pasado 6 de julio, la Sala señaló el caso para el 9 de febrero del 2.000, pero las críticas de diversos sectores llevó al tribunal a rectificar y adelantar el juicio para ayer, en sesiones de mañana y tarde. Al inicio de la vista el tribunal desveló que una de las testigos, Montserrat G. R., la mujer que supuestamente fue violada hace dos años, había quedado embarazada hacía escasas semanas y que el ginecólogo le había prescrito reposo absoluto durante la gestación. Por ese motivo, acudieron a su domicilio para interrogarla el ponente de la causa, Daniel de Alfonso, la fiscal, el secretario del tribunal y la defensa.

El desplazamiento de un tribunal para interrogar a una testigo está previsto en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, pero se utiliza en contadas ocasiones, y habitualmente se opta la suspensión. Sin embargo, en este caso un aplazamiento hubiera reabierto la polémica generada hace dos meses y que llevó al el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a expedientar al Presidente de la Audiencia de Barcelona, Francisco Javier Béjar; al de la Sección Séptima de la Audiencia, Fernando Pérez Máiquez, y al ponente del caso.

La suspensión del juicio se produjo al aplicarse un acuerdo de Béjar sobre los criterios restrictivos a seguir para nombrar jueces sustitutos, un acuerdo que ha sido suspendido provisionalmente el CGPJ tras el recurso que presentó el magistrado Gerard Thomàs, presidente de la Sección Novena.

Por la tarde el juicio se reanudó en el Palacio de Justicia de Barcelona con la declaración de las supuestas víctimas, mientras el acusado permanecía en un rincón tapado con un biombo. El menor se encuentra en prisión preventiva desde hace dos años. Las mujeres coincidieron en su declaración en que identificaron sin ninguna duda al acusado en las ruedas de reconocimiento. "Esa cara no se puede olvidar, aunque no la hayas visto nunca", aseguró una de ellas. "Lo tenía clavado", afirmó otra. La defensa reclama su absolución del joven.