Economía culpa al petróleo y estudia facilitar la distribución de gasolina en los "híper"

Desde el Ministerio de Economía se insistió ayer en que la evolución de los precios del petróleo es la principal responsable de la inflación en agosto. Por este motivo, está en estudio la posibilidad de facilitar la distribución de gasolina en los hipermercados, para lo que se eliminarían las trabas actuales. De cara al año 2000 está prácticamente decidida la congelación del impuesto especial que grava el consumo de carburantes y combustibles y que hasta ahora se ha elevado según la inflación prevista. Desde diversos sectores sociales y económicos se insistió ayer en la necesidad de adoptar nuevas medidas.

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, afirmó ayer en Terrassa (Barcelona), que "si no hubiera aumentado tanto el precio del crudo "nos habríamos encontrado con una inflación de 1,9% y, sin embargo, ahora tenemos una inflación del 2,4%", informa Cristina Andreu. Rato aseguró que en los próximos días se seguirá trabajando para reducir este impacto, como se hizo con las medidas adoptadas el pasado mes de abril y que, según dijo, han permitido reducir el diferencial de inflación con los países del euro.No obstante, el efecto de las medidas de abril, adoptadas por el impacto de la crisis internacional antes de que se disparara el precio del crudo, venía siendo bastante limitado, a juzgar por los resultados. Esas medidas afectaron a los sectores de la energía (rebaja de la tarifa de la luz en un 1,5%), el teléfono (descuentos en las llamadas de fijo a móvil y en la cuota de abono), los aranceles de notarios y registradores (reducción del 25%), las autopistas y las medicinas. También se redujo el precio del butano, que posteriormente sufrió la incidencia del aumento del crudo para alcanzar sus cotas más elevadas.

El objetivo es mejorar la competencia en el sector energético. Para ello, el Ministerio de Economía estudia medidas para eliminar las trabas actuales para la distribución de gasolinas en los hipermercados. Por el momento, sólo en algunas grandes superficies se puede comprar combustible a un precio inferior al de las gasolineras. El precio más barato funciona como reclamo para la venta de otros productos en dichos centros.

Con vistas a los Presupuestos del año 2000, el Gobierno estudia también la congelación del impuesto especial que grava los carburantes y combustibles. En los últimos años, este impuesto se ha actualizado en un porcentaje igual al de la inflación prevista.El mal resultado de la inflación en agosto provocó, por otra parte, fuertes críticas en diversos sectores. El secretario de Economía del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray, señaló que "la propaganda del Gobierno ha quedado desarbolada".

Cada mes, añadió, "hemos venido afirmando y advirtiendo de que el Gobierno no adoptaba las medidas oportunas ni las reformas estructurales necesarias para contener el crecimiento de los precios". Insistió en que el Gobierno "pierde credibilidad a chorros", y demuestra "su caracter conservador y autoritario" al mostrarse "fuerte con los económicamente débiles y débil con los fuertes".

Desde Izquierda Unida, su portavoz de Economía, Juan Francisco Martín Seco, resaltó el "preocupante" diferencial de inflación con los países del euro. En su opinión, el encarecimiento de los precios de los productos energéticos no es el único factor que explica el mal resultado de agosto. Según el portavoz de Economía del PP, Ramón Aguirre, el aumento de los precios "es la única nota insuficiente" en un curso económico "notable". La principal explicación que encuentra está en los precios del crudo, si bien reconoció que "existen algunas barreras de resistencia en la composición de los precios", entre los que citó la distribución y el turismo.

De reversible a inoperante

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, expresó su preocupación por la evolución de los precios y dijo estar a la espera de que el Gobierno le notifique las medidas que piensa adoptar. En una entrevista emitida por Antena 3 TV, Pujol dijo que el problema puede afectar a la competitividad española, si bien resaltó que "el marco económico es positivo".La patronal CEOE considera que el rebote de la inflación respecto a los países competidores "es reversible". También lo achacó a los precios del petróleo e insistió en que es necesario intensificar la contención del gasto público, fomentar el ahorro y acelerar la liberalización de mercados. UGT destaca que las rentas salariales son las más perjudicadas. En opinión de esta central, la revisión al alza del objetivo de este año supone para el Gobierno "el reconocimiento de su propio fracaso". CC OO, por su parte, culpa de la subida de los precios a la "inoperancia del Gobierno" a la hora de poner en práctica medidas que la eviten.