Pujol niega la condición de sucesor a su número dos, Artur Mas

Jordi Pujol no tiene sucesor, detrás de él no hay nadie, ni siquiera el número dos de la lista, el consejero de Economía, Artur Mas. El presidente de la Generalitat negó ayer que exista en Convergència i Unió algún tipo de problema sobre la persona que le va a suceder al frente del partido y negó que Mas fuera su delfín. Ayer, el consejo nacional de Convergència aprobó las candidaturas para las elecciones autonómicas, en medio de un clima de optimismo tras las últimas encuestas que reflejan una clara tendencia alcista en intención de voto.

CiU ha situado en el segundo puesto de la lista por Barcelona al consejero de Economía, Artur Mas, a quien desde Convergència Democràtica (CDC) se considera el virtual sucesor de Pujol. Pero el presidente no tiene la misma impresión y ayer se esforzó en negar tal condición a su consejero, uno de los más fieles. "No debe interpretarse en clave sucesoria. Desde hace tiempo no existen [en CiU] problemas ni de número dos ni de sucesión porque sencillamente no se habla de ello", señaló el presidente. No obstante, cuando se le recordó que desde CDC se cerró el paso a Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió, para impedir que figurara en el segundo lugar de la lista porque ello podría interpretarse en clave sucesoria, Pujol respondió en tono evasivo: "Esto son cosas de la prensa. Nosotros no hablamos de ello". Duran ocupa el octavo puesto. Nadie comenta quién es el heredero político de Pujol, habida cuenta de que éstas serán sus últimas elecciones como candidato. Desde el entorno del presidente se esquiva cualquier comentario al respecto y la dirección convergente corta de raíz cualquier debate al respecto, como el iniciado en agosto. Hay que evitar que este asunto aparezca en la campaña electoral y eludir cualquier enfrentamiento con sus socios democristianos. Sin embargo, se considera inevitable su discusión en la próxima legislatura. Las mismas fuentes consideran una estrategia errónea que Pujol designara nominalmente a un delfín y recuerdan las experiencias truncadas en este sentido de otros líderes políticos, como Felipe González en el PSOE o Manuel Fraga en el PP. Mas no es el sucesor, pero Pujol se deshizo ayer en elogios hacia él. "Tiene una sólida preparación, convicción y carácter", comentó el presidente, y además le espera la ardua tarea de negociar con el Gobierno central un nuevo modelo de financiación, en caso de que CiU vuelva a presidir la Generalitat. Un nuevo guiño del presidente hacia uno de sus consejeros más fieles, a quien ha premiado con el segundo puesto de la lista que se disputaba con Xavier Trias, consejero de Presidencia. Trias irá de número cuatro y dimitirá dentro de tres meses para encabezar la candidatura de CiU para las elecciones generales. El presidente intentó disimular su optimismo en la conferencia de prensa, pero ante el consejo nacional de CDC -integrado por unas 300 personas- no disimuló su estado de ánimo tras conocer el resultado de la encuesta que incrementa la ventaja respecto a su más directo rival, Pasqual Maragall. Pujol transmitió un mensaje de ilusión y reiteró la posibilidad de incrementar la actual representación de 60 escaños. PASA A LA PÁGINA 4