Farruquito exhibe la herencia del baile de su abuelo Farruco

Saltó a la fama hace cinco años, cuando Carlos Saura y su abuelo, el genial bailaor Farruco, le dieron la alternativa en la película Flamenco. Farruquito tiene 17años y acaba de bailar seis semanas en Barcelona con enorme éxito. Ahora, el bailaor sevillano presenta su compañía en Madrid. Compañía-familia, porque Juan Manuel Fernández Montoya sólo quiere guardar la herencia recibida de su abuelo. Seriedad, elegancia, compás y respeto hacia los maestros: ésas son las cuatro patas del baile de Farruquito, un joven que aún recuerda cada minuto pasado junto a su "papa", que es como él llama a su abuelo Antonio Fernández Montoya, Farruco, bailaor colosal y mítico, desaparecido hace dos años. "Y cuando no me acuerdo pongo sus vídeos y estudio cómo se movía, las cosas que decía... Porque con él se aprendía hasta comiendo por las cosas que contaba. Siempre estaba hablando del flamenco, de los ritmos, de las posturas...", dice.

Lo mucho que aprendió lo enseña Farruquito en Raíces flamencas, un montaje limpio, austero y muy flamenco en el que aparece acompañado por su madre, su tía, sus primas, su hermano Antonio, de 12 años, llamado Farruco, y su primo Juan Antonio, de 9, apodado El Barullo.

Farruquito, que cumplió 17 el pasado 15 de agosto, en pleno triunfo en el Poliorama barcelonés (el suyo ha sido el tercer espectáculo que más ha recaudado este año en esa ciudad), explica que su hermano Antonio se parece más al abuelo que él. "Mi madre dice que yo soy más fino, y por eso le pusimos el apodo de papa".

Su gran especialidad, dice, es la soleá, aunque también le gusta bailar por alegrías, siguiriyas, tarantos y guajiras. ¿Y la farruca? "Eso es demasiado serio, todavía no estoy preparado para eso. Es un baile precioso, pero me hace falta un poco de tiempo todavía".

Farruquito ha terminado el graduado escolar, pero no quiere quedarse ahí. "Pienso coger a un maestro particular y seguir estudiando". Aunque lo suyo, desde muy pequeño, es el baile. "Mi papa nos ha criado a todos, los Montoya hemos estado siempre juntos".

Farruquito ha asumido el liderazgo de esta familia llena de arte y poderío, y lo ha hecho con una madurez "impensable para un chico de esa edad", según cuentan los que lo tratan de cerca. Él hace las coreografías, dirige los ensayos de la compañía y luego pasean el legado del abuelo por el mundo. Farruquito, que tiene previsto actuar este año en Londres, México y Francia, sabe lo que se trae entre manos. "Es una responsabilidad muy grande, pero a la vez muy bonita. El Papa siempre decía que el flamenco es una cosa muy seria, que no se puede uno andar con bromas en esto. Y yo intento respetar eso al máximo".