Un menor de 15 años se inculpa de matar a su padre porque maltrataba a la madre
La mujer, que había sido objeto de reiteradas agresiones, también ha sido detenida
Un menor de 15 años de El Vendrell (Tarragona) se ha autoinculpado de la muerte de su padre, Alfonso C. T., de 33 años, a quien, según su versión, atacó con un cuchillo cuando éste estaba agrediendo a la madre. El menor fue detenido junto a la madre y a un amigo de 18 años la noche del miércoles. Las circunstancias del crimen, sin embargo, no están claras ya quelas primeras investigaciones indicaban ayer que la víctima tenía heridas de dos armas. La policía local había sido avisada en varias ocasiones por los vecinos por los gritos que oían.
Las circunstancias del suceso estaban ayer muy poco claras. La noche del miércoles, la esposa de Alfonso C. T., Manoli, acudió al cuartelillo de la Guardia Civil de El Vendrell acompañada de su hijo menor y un amigo de éste. La mujer mostraba un corte en el brazo y presentó una denuncia contra su marido por agresiones. Según explicaron, alrededor de las 10 de la noche, Alfonso y Manoli, de 33 y 36 años, se enzarzaron en una dura pelea durante la cual el marido esgrimió un cuchillo de cocina con el que la hirió. La denuncia quedó formulada y los tres se marcharon. Pero dos horas más tarde, a las 12 de la noche, la mujer y los dos jóvenes volvieron a la comisaría para informar de que el padre estaba herido en el domicilio familiar, en el número 79 de la carretera de Valls. Los agentes se trasladaron entonces al piso y, al no obtener respuesta, entraron por el balcón. En su interior encontraron al hombre desangrado y ya cadáver.
Tras un interrogatorio, el hijo del fallecido, de corta estatura y complexión muy delgada, se confesó como el único autor material de la muerte de su padre, al que aseguró haber acuchillado en cuatro ocasiones, según declaró ante los agentes, cuando intentaba defender a su madre de las agresiones a las que estaba siendo sometida.
El titular del juzgado número 3 de El Vendrell declaró ayer el secreto del sumario, tanto por la minoría de edad del principal encausado como por las oscuras circunstancias del suceso.
Las primeras impresiones del médico forense señalan que Alfonso C. T. pudo haber muerto por las agresiones causadas por dos cuchillos, intervenidos por los agentes. Dos cuchillos y, presuntamente, dos autores. Tres navajazos en el omóplato y uno en el pecho. Las investigaciones apuntan que el hombre podría haber sido atacado, simultáneamente, de frente y por la espalda.
La investigación que se abre ahora deberá dirimir quiénes fueron los autores de la muerte, qué sucedió durante las dos largas horas que transcurrieron entre las diez y las doce de la noche, y si los agresores dejaron morir desangrada a su víctima.
Alfonso era considerado por los vecinos como un hombre sumamente agresivo, bebedor y que aprovechaba el domicilio familiar para dar rienda suelta a su ira. Ayer recordaban que el hombre, sin trabajo fijo y que había trabajado como albañil, guardia jurado y, recientemente, en un parque acuático cercano, había llegado a romper una cristalera del balcón con el puño. Los vecinos habían avisado en varias ocasiones a la policía al oír los gritos que procedían de la casa, algo que ocurría con frecuencia.
Los vecinos explicaron que tanto la mujer como los hijos de la pareja -el menor detenido y una niña de ocho años- eran muy educados y correctos de trato.
