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EL PROCESO DE PAZ

El Gobierno anuncia que no hará más 'gestos' hasta que ETA dé pasos hacia la paz

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno no hará más movimientos de presos ni más gestos hasta que ETA modifique su decisión de bloquear los contactos con el Ejecutivo y consolide la tregua. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, lo confirmó ayer, en declaraciones a la Cadena SER. El Gobierno tampoco espera que ETA cambie su posición antes de las elecciones generales porque sigue pensando que la banda y el Pacto de Lizarra necesitan tiempo para reorientar su estrategia. No obstante, fuentes gubernamentales explicaron que la razón de fondo del traslado de 105 presos etarras fue dificultar la marcha atrás de ETA.

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El ministro del Interior cree que el acercamiento de 105 presos a las cárceles del País Vasco o de sus proximidades, anunciado el martes por el Gobierno, no va a afectar a los planes de ETA, aunque ese movimiento coloca la pelota en el tejado de la banda. Por ello, puso ayer énfasis en anunciar que el siguiente paso le toca darlo a la banda que fue la que bloqueó los contactos con el Ejecutivo en julio. Mayor insistió ayer en que la decisión del Gobierno no está influida por la suspensión de contactos por parte de ETA. La razón de fondo es dificultar la marcha atrás de la banda terrorista en su declaración de tregua indefinida anunciada hace un año, según fuentes gubernamentales. Un acercamiento masivo de presos a las cárceles vascas, como el que decidió el Gobierno al martes, estimula el movimiento de opinión a favor de la paz en el País Vasco y anima a los presos y a sus familiares beneficiados por la medida a impedir una marcha atrás por parte de ETA. El Ejecutivo sabe que la banda aún no ha abierto el debate sobre el cese definitivo de la violencia.

Con su iniciativa, el Gabinete muestra tambien que está dispuesto a otras de mucha mayor envergadura, como excarcelaciones e indultos de presos, pero para ello necesita que el siguiente paso lo dé ETA en la dirección de consolidar el alto el fuego. Precisamente el Gobierno condicionó una segunda reunión con la banda a abordar el cese definitivo de la violencia a cambio de afrontar el asunto de los reclusos.

Mayor lo reconoció ayer al señalar que, con la medida decidida el martes, se favorece el proceso de paz y el Gobierno retoma la iniciativa. También argumentó la oportunidad del momento en que se toma esa decisión en que, a un año de la declaración de la tregua y tras casi 15 meses sin asesinatos, la opinión pública podía entender un acercamiento masivo de presos que, además, es reversible si la banda regresara a las andadas. Una decisión que, además, permitiría aumentar la cohesión con partidos, como el PSOE, y grupos sociales que hacía tiempo que reclamaban gestos del Ejecutivo.

Esta reflexión la maduraron por su cuenta el propio presidente, José María Aznar, y el ministro del Interior, Jaime Mayor durante el verano. Hablaron por primera vez de la cuestión, a iniciativa de Aznar, en el encuentro que mantuvieron en Oropesa (Castellón) el pasado agosto y quedaron en retomar la conversación en Madrid.

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Cuando se produjo esa reunión Aznar y Mayor ya conocían, desde la última decena de julio y a través de los cauces habituales, la decisión de ETA de suspender contactos. De modo que cuando Aznar lo anunció en Quintanilla de Onésimo (Valladolid), el 26 de agosto, hacía un mes que lo sabía.

Decisión definitiva

La determinación de acercar a los presos se produjo el jueves de la pasada semana. Aznar convocó a Mayor, y a los tres miembros del equipo negociador con ETA -el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos; el secretario de Seguridad del Estado, Ricardo Martí Fluxá; y el sociólogo, Pedro Arriola- a La Moncloa. El criterio común era que "algo había que hacer", ante el primer aniversario de la tregua y tras casi 15 meses sin que ETA matara. Si la banda había suspendido los contactos, el único margen de maniobra que le quedaba al Gobierno era mover a los presos, concluyeron. En la misma reunión, del jueves de la pasada semana, se acordó la lista de presos que Interior tenía preparada en previsión de esta situación. El análisis del Gobierno no contempla una respuesta inmediata de ETA al movimiento de presos, decidido el martes. "Ojalá sirva para que, además, ETA mueva ficha y se aproxime al cese definitivo de la violencia", dijo Mayor. Pero, aunque la probable respuesta de ETA sea la espera a la celebración de las elecciones generales, al Gobierno tampoco le viene mal que pase el tiempo porque tiene la convicción de que corre a favor de la paz, según su análisis interno. Cuando se celebren las elecciones generales, la banda estará cerca de los dos años sin asesinatos y le será más difícil volver a las andadas, señalaban fuentes gubernamentales.

El Ejecutivo ha seguido también con interés la reacción del nacionalismo al acercamiento de presos. El Gabinete interpreta que una valoración tan crítica del PNV y Eusko Alkartasuna (EA) al traslado se debe a que le "ha descolocado". El Gobierno estima que este movimiento ha roto la cohesión que les quedaba a los partidos nacionalistas, tras las fisuras abiertas en el Pacto de Lizarra y en la Asamblea de Municipios Vascos por el resultado de las elecciones de junio, con el enfrentamiento público entre ETA y el PNV.

Desde La Moncloa existía la convicción de que, una vez celebrada la Asamblea de Municipios Vascos, el próximo 18 de septiembre, el siguiente movimiento de los partidos nacionalistas consistiría en una campaña contra el Gobierno por no haber flexibilizado su política penitenciaria. La campaña ha quedado, si no desbaratada, al menos muy cuestionada, según las mismas fuentes.

Por su parte, el ex presidente Felipe González se refirió ayer en Valencia a la decisión del Gobierno de acercar a 105 presos de ETA al País Vasco. "Puede que sea tarde, pero es positiva", dijo. Manifestó que no tiene ninguna seguridad de que esta medida vaya a generar una respuesta positiva de la banda y su entorno, pero insistió: "Me parece objetivamente positiva. Por tanto, la apoyo. No tenía el menor conocimiento de que esta medida se iba a producir y me consta que no se ha consensuado, pero hay que ser generoso en los temas que afectan al país", argumentó.

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