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Un ritual caduco

La presentación del Informe de Perspectivas del FMI es la ceremonia que abre las rituales reuniones semestrales de esta institución multilateral. Los periodistas tienen acceso a él, bajo estricta condición de embargo, un día antes de su presentación formal en rueda de prensa. Todo ello contribuye a arropar el informe con una cierta aureola de infalibilidad y rigor. Sin embargo, las turbulencias económicas y financieras de estos dos últimos años han obligado a recibir el informe con un cierto grado de escepticismo y a matizar la certeza de sus pronósticos. Desde la primavera de 1997, momento en que la crisis financiera internacional apareció en el escenario, el FMI ha tenido que revisar en varias ocasiones sus propias previsiones en el plazo de unas pocas semanas. Algunos ejecutivos de la institución creen incluso que el FMI debería desacralizar el informe, reducir sus ambiciones a las de un modesto dibujo de las tendencias económicas mundiales y abandonar las pretensiones de cuantificar el crecimiento futuro.

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