Chema de la Peña debuta en el cine con la historia de una banda de rock
'Shacky Carmine' se estrena esta semana con dos finales distintos
No son pocos los jóvenes entre los 15 y los 20 años que han intentado, o soñado, formar un grupo de rock y acercarse al cielo de la fama. Chema de la Peña ha decidido trasladar al cine ese anhelo a través de la historia de Shacky Carmine, una banda de rock independiente. Auténticos músicos, como Antonio Vega, Kiko Veneno, Manolo Kabezabolo, Albert Pla, Ska-P, Undrop, Dover, o Raimundo Amador, hacen pequeños papeles.
Chema de la Peña confiesa que el cine y la música han sido sus dos pasiones desde muy joven. "En cuanto pude, empecé a ir a conciertos, comprar discos... es una pasión tan grande como la que siento por el cine. Por eso en mi primer largometraje quise hablar de algo que sabía", afirma. "Ahora, además, hay una efervescencia en la música independiente. Los gustos musicales te dan una forma de identidad, la música crea un punto de encuentro con cualquier persona de tu generación". Chema de la Peña, de 34 años, es economista y trabajó en una empresa informática durante varios años. Su segundo cortometraje ganó el premio de Canal + en Francia y eso le permitió presentar su nuevo proyecto a una productora como la de Fernando Colomo, que decidió respaldarlo. "Le pareció que era un tema que no se había tratado en el cine español y que podía ser interesante", relata De la Peña.
El enfoque que este director le da a la historia tiene tres perspectivas, según él. "La banda toca un hardcore electrónico, muy visual. En lo humano, es una historia de amistad entre los cuatro miembros. Sólo el tiempo y la situación coloca a cada uno en su sitio. Todo esto se relata en la película dentro de una estética cercana al cómic en la iluminación y el colorido, pero cuidando mucho que siga siendo creíble".
La búsqueda de los actores fue una de las primeras preocupaciones de De la Peña. "Hicimos un casting entre cerca de 700 personas, no profesionales en el cine, que provenían sobre todo del mundo de la música y del teatro. Fue difícil decidir, pero creo que hemos acertado". Los escogidos fueron Fernando Cayo, Andrés Gertrudix, Rebeca Jiménez, Pau Colera y Manolo Caro.
"Al principio me asustó la perspectiva de tener que dirigir en mi primera película a actores sin experiencia. Por eso ensayamos continuamente cada escena durante dos meses, con lo que pudimos conocernos mejor y lograr lo que queríamos en el rodaje".
Pero el segundo de los ejes, el musical, también le demandó mucho trabajo. "Vi con detenimiento muchas películas sobre grupos musicales porque no quería cometer los mismos errores. En mi película, el grupo sólo toca dos temas, aunque en la banda sonora sí que suena mucha música y muy escogida. Siempre tuve claro que la banda sonora tenía que ser tan fuerte como la película".
Músicos y personajes
La banda sonora se ha editado en disco, y en ella se incluyen 32 temas que suenan en el filme, algunos de ellos compuestos especialmente para él por Bumbury, Undershakers, Lliso o Carlos Jean, entre otros. En el disco figuran canciones de Dover, Undrop, Hank, 7Notas 7Colores, Super Skunk, Narco, Klub y Ari. Los músicos que se unieron al proyecto cinematográfico lo hacen en papeles que no tienen nada que ver con su faceta musical. Raimundo Amador hace de gitanillo trapichero; Kiko Veneno, de comisario; Ari es una reventa de entradas; Julián Siniestro Total es el directivo de una multinacional, y Manolo Kebezabolo es un cantante yonqui americano que tiene de manager a Albert Pla.
"La respuesta de estos músicos me dejó asombrado. Todos estaban entusiasmados con el proyecto y actuaron desinteresadamente", dice De la Peña.
No sólo ha canalizado en este filme sus pasiones por la música, también sus conocimientos de informática y su fe en la red han tenido reflejo en Shacky Carmine. El rodaje se pudo seguir por Internet en una completísima página web (www.s-carmine.com), que incluye secuencias del filme, todas las canciones, el guión completo, la posibilidad de editar uno mismo algunas secuencias y muchos datos más. Otro de los elementos originales de esta película es que tiene dos finales posibles. "Durante el rodaje pensé que el final que tenía era quizá demasiado extremo, demasiado fuerte, y decidí rodar un segundo e incluso un tercero, que fue finalmente desechado. El segundo final es con el que se estrenará el filme en las salas comerciales el próximo viernes. El segundo final, más cañero, se puede ver en la página web. Más adelante se estrenará en salas de ensayo con el primer final".
Babelia
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