Las lluvias fuerzan cortes de carreteras en la zona norte de Girona

Las fuertes lluvias que cayeron ayer en la provincia de Girona provocaron problemas de tráfico, ya que fue necesario cortar algunas vías a la circulación, según informaron fuentes de los Mossos d"Esquadra y la Jefatura de Tráfico. Las tormentas se concentraron sobre todo en la zona de Espolla, donde llegaron a caer hasta 111 litros por metro cuadrado, aunque también llovió abundantemente en Maçanet de Cabrenys (51 litros por metro cuadrado) y Darnius (31 litros por metro cuadrado). Los bomberos efectuaron una decena de salidas, concentradas en la zona de Roses, Figueres y Palau-saverdera, para achicar agua de los pisos y los bajos de las porterías. Las lluvias cortaron durante buena parte de la tarde cuatro carreteras; la Gi-603, la C-252 entre Garriguella y Perelada, la GIV-6024 entre Cabanes y Masarac, y un camino que une esta localidad con Mollet de Perelada. Paralelamente, las poblaciones de las comarcas del Baix Ebre y del Montsià que durante la tarde y noche del pasado sábado se vieron afectadas por uno de los cortes de suministro eléctrico más importantes de los últimos años recuperaron, de forma paulatina y a partir de las dos de la madrugada del domingo la luz en sus casas. Las compañías eléctricas Fecsa y Enher explicaron el apagón por la intensidad de la tormenta caída en las comarcas de Tarragona y por la actividad eléctrica de la misma que ocasionó que diversos rayos afectaran de forma directa a los transformadores de l"Ampolla, Campredó, el Montsià y Amposta (que abastece a las poblaciones de Ampolla, Amposta, Deltebre, Sant Jaume d"Enveja, Sant Carles de la Ràpita, Masdenverge o Freginals). La intensidad de las lluvias dificultó las tareas de los veinte equipos de emergencias que trabajaron para el restablecimiento de la corriente. Algunos estuvieron bloqueados en Tortosa antes de poder recuperar el servicio a través de receptores complementarios.