Aprovechar la pena al máximo

Un penalti es un duelo en el que el lanzador tiene una clara ventaja sobre el portero. De hecho, en competiciones futbolísticas de élite, el 75% de las penas máximas se convierten en gol. El problema surge en el 25% restante. ¿Cuántos equipos han perdido un título desde los once metros? No hay más que recordar la cara de Djukic en la última jornada de la temporada 93-94, cuando falló el lanzamiento que debía dar la Liga al Deportivo de la Coruña en detrimento del Barcelona. La Universidad de Granada acaba de patentar un invento que le hubiera venido de perlas al defensa yugoslavo. Se trata de un sistema de entrenamiento que permite a los jugadores elevar sus aciertos en los lanzamientos de penalti por encima del 90%. El artefacto es sencillo. Con unas cintas se divide la portería en cinco partes: los cuatro ángulos, a los que el portero es incapaz de llegar si no se anticipa varios segundos, y una gran área central donde sí puede parar el balón. En cada esquina se coloca una bombilla. Una de ellas se ilumina -aleatoriamente- en plena carrera, medio segundo antes de que el jugador golpee la pelota. En tan poco tiempo, el lanzador debe tener la habilidad y los reflejos suficientes para ajustar el balón a la esquina señalada. El sistema recrea una situación de penalti, pero sin portero. "La luz encendida simula el espacio que el guardameta hubiera dejado libre al moverse. La bombilla superior izquierda iluminada le indica al lanzador que debe disparar allí, porque el portero se ha desplazado hacia el lado contrario", explica el estudiante José María Castillo, que ha creado el invento en colaboración con profesores de la Facultad de Ciencias de la Educación Física y del Deporte. En su tesis doctoral, Castillo parte de la base de que la mayoría de los delanteros siempre tira los penaltis de la misma forma, al mismo sitio, sin estrategia y sin mirar al guardameta. También presupone que los porteros conocen el método de lanzamiento de cada delantero y siempre se mueven lateralmente -como les permite la regla 14 del reglamento FIFA- para intentar llegar al balón antes de que el jugador chute. Su invento, explica, pretende acostumbrar al lanzador a mirar al portero mientras hace la carrerilla previa al disparo. A advertir sus desplazamientos y, en décimas de segundo, disparar al lugar donde más espacio libre quede, que es uno de los cuatro ángulos de la portería. Castillo asegura que, en el estudio realizado con 20 futbolistas profesionales y aficionados, los resultados han sido espectaculares. "Al principio, la mayoría de los jugadores tiraban los penaltis siempre igual y fallaban el 40%. Tras un entrenamiento de dos meses con este sistema su rendimiento aumentó por encima del 90%", asegura. Uno de los futbolistas que participó en el experimento cree que el invento le ha ayudado a ganar confianza en su disparo. "He mecanizado el lanzamiento. Antes era de ideas fijas, siempre abajo y a un palo. Ahora tiro con total confianza a los cuatro ángulos y no me pongo nervioso si el portero me amaga", relata. Castillo cree que el sistema de entrenamiento podría ayudar a los clubes de todas las categorías a mejorar sus resultados en los penaltis. Y, tras patentarlo, no descarta comercializarlo. "Estamos desarrollando un equipo portátil y fácil de instalar que saldría por unas cien mil pesetas", indica. "Quién sabe. Quizá el último Mundial, decidido por penaltis entre Francia y Brasil, hubiera tenido otro ganador con mi sistema", apostilla.