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LA POLÉMICA SOBRE LAS PENSIONES

Berlusconi propone aplicar en Italia la "receta Aznar"

Miguel González

ENVIADO ESPECIALA la espera del líder palestino Yasser Arafat, cuya llegada estaba prevista anoche, Aznar fue la estrella de la jornada en el seminario organizado por el Foro Ambroseti en Villa d´Este, un palacio reconvertido en hotel de cinco estrellas en el balneario italiano de Cernobbio, junto al lago de Como, al pie de los Alpes. La defensa que hizo de las medidas liberalizadoras y privatizadoras sonó a música celestial para un auditorio descontento con la política económica del Gobierno de centro-izquierda presidido por el ex comunista Massimo D´Alema.

En una Europa dominada por gobiernos socialdemócratas, el jefe del Ejecutivo conservador español fue presentado como el artífice de un "milagro" que ha permitido a España crecer por encima de la media comunitaria. Aznar salió, en palabras de un periodista italiano acogidas con sonrisa satisfecha por el afectado, "coronado como líder del centro-derecha europeo".

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Menos impuestos

El más explícito fue el polémico líder de Forza Italia y empresario audiovisual Silvio Berlusconi, quien pidió la aplicación en su país de la denominada "receta Aznar", que resumió como "menos impuestos sobre las familias, las empresas y los trabajadores, menos gastos públicos improductivos, reforma de la Seguridad Social y menos rigidez en la fuerza de trabajo y en los mercados". No le quedó a la zaga en elogios Giorgio Fossa, presidente de Confindustria, la patronal de las grandes empresas industriales italianas, quien puso como ejemplo a imitar la política económica de Aznar, a la que atribuyó el 50% de todos los empleos creados en la UE en los últimos tres años. En su intervención de la mañana, dedicada a la Unión Europea, Aznar no defraudó a la concurrencia. Aunque las intervenciones se realizan a puerta cerrada, el ministro portavoz Josep Piqué reveló que Aznar fue interrumpido en dos ocasiones con aplausos. La primera fue al recordar la oposición de España a la armonización fiscal y la segunda, cuando argumentó su veto al Estatuto de la Sociedad Anónima Europea, que preveía la presencia de los trabajadores en los órganos de dirección de las empresas.

Entre los ponentes había dos comisarios, el responsable de competencia, Karl Van Miert, y el italiano Mario Monti, de mercado interior, con quien Aznar polemizó sobre la armonización fiscal. El debate contó igualmente con la participación del recién relevado gobernador del Bundesbank, Hans Tietmeyer, y del presidente del Banco Central Europeo, Win Duisenberg y de Jean-Claude Trichet, responsable del Banco de Francia, quien pronosticó una próxima apreciación del euro por la situación económica de algunos países europeos.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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