La ocupación hotelera en las playas se ha situado entre el 90% y el 100% en los dos últimos meses Una variada oferta cultural se une a los tradicionales atractivos de la costa
Andalucía ha vuelto a vivir un verano marcado por los récords. Una vez terminados los Campeonatos Mundiales de Atletismo en Sevilla, las marcas imbatibles siguen cayendo a manos de competidores expertos. El sector turístico andaluz es, en lo suyo, uno de los mejores. Ahora que termina su temporada lo ha vuelto a demostrar. En Cádiz, a falta de datos oficiales, la Delegación de Turismo de la Junta espera que la provincia supere el 95% de ocupación hotelera, el mejor resultado de los últimos diez años. Durante el mes de julio, la ocupación fue del 76%. En cuanto a la Costa del Sol, el resultado ha oscilado entre el 90% y el 95%. El aeropuerto más frecuentado de Andalucía durante el verano fue el de Málaga, con más de 900.000 viajeros. Las otras provincias costeras no andan a la zaga. El balance estival en la provincia de Huelva es muy satisfactorio ya que la ocupación hotelera refleja un incremento del 10,3% respecto al pasado año, según datos de la Junta de Andalucía. Un 79,46% de las plazas se ocuparon durante el pasado mes de julio. El litoral oriental registró el mayor porcentaje, con algo más de un 95%, lo que hace pensar al sector que durante este mes de agosto se habrá alcanzado el 100% de ocupación. Granada también ha vivido un buen verano turístico. Las previsiones para la zona de la costa son también del 95% de ocupación. Por último, en Almería, según las previsiones de la Delegación Provincial de Turismo para el mes de agosto, las tres zonas costeras -Levante, Poniente y Almería capital- alcanzarán como media un 95% de ocupación hotelera. En gran medida la bondad de estos resultados se debe a la gran calidad de la materia prima que se ofrece, las playas. La mayor parte del litoral andaluz está en muy buen estado. No obstante, son reseñables algunos problemas. El aspecto más negativo de las playas gaditanas se detecta de nuevo en Zahara de los Atunes, donde no se han resuelto definitivamente los problemas de vertidos del Río Cachón. El litoral granadino también continúa teniendo puntos negros. En la playa de Las Azucenas, en Motril, siguen flotando los excrementos y es la única de la costa Andaluza donde Salud desaconseja el baño. También en Motril, en Torrenueva, los usuarios se han quejado de los numerosos vertidos de aguas fecales y del mal estado de los servicios. En Málaga hay dos playas que empañan el buen estado de las demás: Lagos, en Vélez-Málaga, y Fontanilla-Faro, en Marbella. El crecimiento del sector andaluz se debe, aparte de las condiciones naturales y climáticas del litoral, al constante empeño de instituciones y empresarios por ofrecer algo nuevo cada verano. En ese marco se encuadra la completa oferta cultural. Algunos acontecimientos concretos merecen ser destacados. En Huelva son ya tradicionales los festivales de música de Ayamonte, de teatro de Niebla y de danza en Villablanca. En Almería, el verano cultural lo marcan los cursos de verano de la Universidad Complutense y el festival flamenco de la feria en la capital almeriense. Málaga vivió el verano alrededor de la feria de agosto en la capital. Además se celebraron varios conciertos en el Cervantes (entre los que destacaron los de Yossou N"dour y Carlinhos Brown) y el recital de Joan Manuel Serrat, que inició su gira española con el apoyo incondicional de 11.000 espectadores en la plaza de toros de la Malagueta. En Cádiz, el nombre propio del verano es el del cantante portorriqueño Chayanne, mientras que Rocío Jurado e Isabel Pantoja compitieron un año más sobre la tablas del teatro José María Pemán. Los cursos de verano de la Universidad de Cádiz alcanzaron el medio siglo de existencia y revalidaron su importancia como dinamizador de la cultura estival.
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