Un presunto blanqueo de 2,5 billones por la mafia rusa salpica a Yeltsin y al FMI
El Kremlin, las redes de tráfico de influencias que lo controlan, la mafia rusa y un presunto blanqueo de 15.000 millones de dólares (unos 2,5 billones de pesetas) en EEUU se hallan en el centro de un potencial terremoto político que amenaza no sólo la resquebrajada credibilidad de Rusia en la escena internacional, sino la carrera de Al Gore, máximo aspirante demócrata a la presidencia, además de dejar en entredicho los criterios del Fondo Monetario Internacional. Según el diario USA Today, toda la operación de desvío de fondos se realizó con la complicidad de los más estrechos allegados y colaboradores del presidente Borís Yeltsin, incluidos su hija Tatiana y el padre de la privatización rusa, Anatoli Chubáis.
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