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EL PROCESO DE PAZ

HB suspendió el contacto con Moncloa porque no se reconocía oficialmente

Herri Batasuna respondió ayer con contundencia a la acusación de José María Aznar de que ETA y la formación independentista han roto unilateralmente el diálogo con el Ejecutivo y han provocado la parálisis del proceso de paz. En su respuesta, HB desveló el contenido de la carta enviada a principios de enero a La Moncloa, en la que condicionaba la celebración de un segundo encuentro a que Aznar reconociera públicamente el diálogo. Al no recibir respuesta, HB decidió suspender la reunión prevista para el 15 de enero pasado.

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Dos visiones contrapuestas del mismo proceso

El debate sobre quién es más intolerante en la dinámica hacia la paz en Euskadi está abierto. En vísperas de cumplirse el primer año de la declaración unilateral de tregua por parte de ETA, ninguna de las partes implicadas parece dispuesta a asumir la responsabilidad del estancamiento en que se encuentra el proceso.HB, interpelada directamente por Aznar en el discurso que pronunció el miércoles por la noche en Quintanilla de Onésimo (Valladolid), recogió ayer el guante con inusitada diligencia. Además, aportó un dato inédito hasta ahora de sus relaciones con el Gobierno, para intentar demostrar que no es la responsable de la ausencia de diálogo.

El presidente del Gobierno dijo ante varios cientos de militantes de su partido que "HB rompió el diálogo unilateralmente". La oferta de diálogo que dirigió a todos los grupos representados en el Parlamento vasco, agregó, "no fue aceptada".

Aznar llegó a precisar que, tras el encuentro mantenido a mediados de diciembre por representantes suyos (el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Javier Zarzalejos, y el secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxà) con una delegación de la Mesa Nacional de HB (el portavoz Arnaldo Otegi, el abogado Íñigo Iruin y el sindicalista Rafael Díez Usabiaga) se preparó un segundo encuentro, pero éste nunca llegó a celebrarse, "aunque había un orden del día acordado y aceptado", debido a la ausencia de la otra parte. "HB no fue porque tienen miedo a la paz", concluyó.

El coportavoz de la Mesa Nacional de HB, Joseba Permach, aseguró ayer en una conferencia de prensa convocada expresamente en San Sebastián que si no se ha celebrado el segundo encuentro con el Gobierno es porque Aznar "incumplió" una serie de condiciones pactadas durante la primera entrevista, que se celebró de forma secreta el 11 de diciembre del año pasado, en una casa particular de los alrededores de Burgos. Permach y su compañero Jon Gorrotxategi aportaron como prueba la carta que la Mesa Nacional de HB asegura haber remitido a La Moncloa en los primeros días de enero de este año.

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En la misiva, se anuncia la decisión de suspender la segunda reunión "con una delegación del Presidente del Gobierno Español", prevista para el 15 de enero de 1999, hasta que el Ejecutivo no reconozca públicamente "la existencia de un espacio de comunicación y/o diálogo con Herri Batasuna". El texto subraya que los representantes de Aznar asumieron "el compromiso de abordar la realización por parte del Ejecutivo de una declaración oficial en este sentido" que, sin embargo, "no se ha realizado" en el momento de redactar la carta.

También reprocha el escrito de HB "la permanente y calculada ambigüedad" con la que, a su juicio, el Ejecutivo está "definiendo las características del proceso abierto", así como "las intoxicaciones y/o filtraciones interesadas que se realizan a través de los medios de comunicación [sobre el primer encuentro]".

Dispuestos a dialogar

Finalmente, la carta reclama que "la voluntad de diálogo" del Ejecutivo "se confirme con una declaración que definitivamente determine los diferentes espacios de interlocución [en la primera cita los representantes de HB rechazaron la pretensión del Gobierno de que actuaran en nombre de ETA] y, por tanto, manifieste con claridad la decisíón del Gobierno de abrir contactos con HB".Pese a que el texto se inicia comunicando la suspensión del encuentro previsto para el 15 de enero, concluye diciendo: "En el caso de producirse [la oficialización del diálogo con HB] estamos en disposición de mantener la reunión".

HB se sintió ayer obligada a descubrir la existencia de la misiva enviada hace ocho meses por temor a aparecer ante la sociedad como la principal responsable del estancamiento del proceso de paz y en un intento de ganar la batalla de imagen iniciada por Aznar. Permach cree que el presidente del Gobierno "intenta hacer creer que el proceso está en su mano, pero en realidad descansa en la voluntad de la sociedad vasca de impulsarlo".

"El proceso abierto en el País Vasco", agregó el dirigente de HB, "le viene muy grande a Aznar. Quiere construir un castillo de arena, sin base, que se le vendrá abajo". En su opinión, no basta que Aznar diga que el Gobierno se reúne con "el entorno de ETA o de la izquierda abertzale", como ya hizo en diciembre pasado. "Lo que tiene que hacer es reconocer sus conversaciones con HB", zanjó.

Según Permach, su formación "tiene voluntad de mantener contactos con el Gobierno siempre y cuando éste cumpla con el compromiso" de oficializar los contactos, supuestamente adquirido en la primera entrevista.

Este encuentro sirvió para reiterar dos posiciones contrapuestas: el Gobierno esgrimió su oferta de paz por presos, mientras que HB pidió respeto al denominado ámbito vasco de decisión, eufemismo del derecho de autodeterminación. Pese a ello, el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, calificó de "significativo" el contacto.

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