Pierce Brosnan insiste en su perfil de 'playboy' en su nueva película

Hombre maduro y soltero que practica deportes de riesgo, amante del arte y de las chicas guapas, buen gusto tradicional para la ropa y fines de semana en su sencillo refugio de la Martinica. Aunque lo niega, Pierce Brosnan insiste en su nueva película, El secreto de Thomas Crown, en su rentable perfil de playboy de los noventa. "No creo que mi personaje sea el de un playboy; en todo caso, el de un playman", afirma el actor irlandés, de 46 años.

Thomas Crown es un hombre hecho a sí mismo. Un multimillonario que vive solo en la Quinta Avenida. Tiene un mayordomo chino y obras de arte hasta en el baño, no le importa perder millones si con eso se divierte un poco (Thomas Crown es un hombre aburrido de tantos dólares y tanta rutina), y por ello guarda un pequeño secretito: juega a los ladrones robando un monet del Metropolitan. El secreto de Thomas Crown, versión de la película que en 1968 interpretaron Steve McQueen y Faye Dunaway, que se estrena el 3 de septiembre en España, es para Brosnan, además de una película de aventuras "de hoy", una historia de amor entre dos personas adultas: él y la actriz René Russo. "No me interesan las historias entre hombres y niñas, queríamos a una mujer para esta película. Una historia de tú a tú entre dos intérpretes, entre un hombre y una mujer".Con la camisa abierta hasta el pecho y sin poder evitar sus gestos, más remilgados que educados, Brosnan (el nuevo James Bond, que sí fuma en la realidad, pero no en las películas, para no dar mal ejemplo "a los niños") asegura que él no es como sus personajes, que no tiene barco, ni piensa tener nunca una avioneta, y que prefiere el campo, la pesca y la jardinería a los deportes de riesgo, que su riesgo es sólo creativo. "Quise hacer el remake de esta película por puro instinto", continúa el actor. "Era un terrible riesgo que merecía la pena asumir".

Sexo en acción

Para llevar la película a finales de los noventa, Brosnan y su socia, Beau St.Clair, eligieron al director John McTiernan, realizador de La jungla de cristal, A la caza de Octubre Rojo o Depredador, entre otras películas muy taquilleras. La película, con mucha acción y mucho lujo, también incluye varias escenas de sexo que casi rozan lo olímpico. "Bueno, la escena de la escalera fue difícil, aunque excitante. Luego, lo de la mesa fue curioso, porque encima de la gran tabla colocaron una especie de cartón de pizza gigante, encima del cartón se colocó la señorita Russo y encima de la señorita Russo me coloqué yo. Luego, desde un extremo de la mesa, dos tipos tenían que empujar el cartón para que nosotros nos deslizáramos a lo largo de la gran tabla. En fin, McTiernan es un director de acción, y aquí ha hecho sexo de acción". Viudo, con cuatro hijos, el último con su nueva compañera, Brosnan defiende el matrimonio, la estabilidad familiar y "las relaciones adultas". Y aunque en un reportaje de la revista norteamericana Interview sobre el actor y su nuevo filme le definen como uno de los responsables de cierto renacimiento del culto al estilo Hugh Hefner (propietario del imperio Playboy), él no sólo lo niega, sino que pone cara de asco.El actor, que en España también estrenará en las próximas semanas su trabajo con Richard Attenborough en El búho gris (la historia real de un inglés, uno de los padres del ecologismo, que se marchó a Canadá, donde vivió como un indio defendiendo los espacios naturales), asegura que no pretende encasillarse y que por eso procurará, como actor y productor, variar. De momento, en noviembre volverá rodeado de chicas en el último James Bond.