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El GIL aspira a la presidencia de la Junta con un programa basado en la seguridad y limpieza

El GIL piensa aplicar la misma medicina en Andalucía que en Marbella: ninguna ideología, pero mucha seguridad y limpieza para atraer la inversión de la empresa privada. José Ignacio Crespo, ex primer teniente alcalde de Estepona y candidato del GIL a la Junta, asegura que su presencia en la autonómicas no es ningún ensayo ya que la "eficacia" de su partido "ha quedado demostrada allí donde ha gobernado". El ser un partido "independiente", dice, le va a facilitar plantar cara a Madrid a la hora de exigir que se agote el Estatuto de Autonomía.

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"El GIL se presenta en Andalucía porque es un derecho que nos asiste, a pesar de que muchos se empeñen en negárnoslo", comenta Crespo. Los problemas que detecta no difieren de los que puede señalar cualquier otro partido: "El sistema de financiación, la deuda histórica, la falta de un buen sistema de infraestructuras y ahora se está viendo que también la sequía". Pero la medicina que pretende aplicar muy distinta. "Los responsables andaluces se pierden en debates estériles cuando seguimos siendo el furgón de cola", asegura Crespo, que esgrime un informe de la Confederación de Cajas de Ahorro que revela que Andalucía sigue lejos del nivel de riqueza de otras comunidades. "Andalucía necesita soluciones nuevas", comenta. Estas soluciones pasan por trasladar a toda la comunidad el modelo de gestión municipal que ha aplicado en Marbella desde 1991. "Seguridad y limpieza son los pilares básicos si queremos hacer una Andalucía atractiva", manifiesta. Una vez alcanzados, dice, se logrará que la empresa privada invierta en la región. "La inversión trae empleo y vivienda", dice. "El GIL no tiene ideología oficial, tiene ideas y priman más los proyectos porque es lo que quieren los ciudadanos", dice. Y añade: "Muchas veces nos achacan que sólo tenemos preocupación por problemas urbanísticos, pero nada más alejado de la realidad. ¿En cuántos sitios hemos entregado viviendas gratuitas?", se pregunta, a la vez que añade que "cualquier partido político que diga que no es populista miente". Cambio de discurso Crespo no teme que el enfrentamiento entre el Gobierno central y el GIL pueda ser un problema a la hora de defender los intereses de Andalucía en Madrid. No lo cree porque, en su opinión, el clima de crispación que hay con el GIL no puede durar mucho. "El discurso de las dos grandes multinacionales del poder político español tiene que variar. Tarde o temprano tendrán que aceptarnos en el selecto club de los demócratas. Estoy convencido", dice. Además considera una ventaja la "independencia" de su formación frente a las tradicionales. "Con los partidos tradicionales hay un sometimiento a los intereses de partido que relegan los intereses de la región. Los populares no reclaman a Madrid porque el Gobierno es del PP, pero los socialistas tampoco lo hacían cuando estaba el PSOE. Nosotros podemos presumir de que somos independientes", afirma. El ex primer teniente alcalde de Estepona aboga también por una mayor proximidad de la Junta al ciudadano y critica el sistema actual de las delegaciones provinciales "que son como embajadas, pero que no funcionan". Su idea es "mantener el sistema pero exigiendo a los delegados una comunicación y una dedicación permanente con los municipios evitando al máximo la burocracia". Crespo no cree que sean extrapolables al momento actual los pésimos resultados del GIL en las generales de 1993, cuando no obtuvo ni un solo diputado y prefiere quedarse con los resultados municipales. "Nacimos como asociación en 1991 en Marbella y en 1993 estábamos en mantillas. No tiene nada que ver la organización del partido de entonces con la de ahora". Su baza electoral no consiste en robar votos a las otras formaciones políticas sino en buscarlas en el alto índice de abstención. Su partido sólo tiene perfiladas las candidaturas para las dos provincias donde tiene representación política. En Málaga, Crespo es cabeza de lista y en Cádiz, Juan Carlos Juárez, alcalde de la Línea. Por eso, según Crespo, les interesa que se agote la legislatura para tener cerradas las listas en las seis provincias restantes. Próximamente, el GIL mantendrá una reunión con diferentes grupos independientes de Andalucía que están dispuestos a presentarse con sus siglas. De hecho, en anuncios pagados en la prensa está pidiendo colaboración entre estos grupos. "No concibo la candidatura del GIL como un problema para el Estado. Nos hemos cansado de decir que estamos dispuestos a colaborar y que somos respetuosos con éste", dice Crespo, que añade que tiene mucho que agradecer a estas críticas ya que están haciendo "una propaganda fabulosa" a su partido.

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