Moscú dice haber recuperado los enclaves rebeldes de Daguestán
Las fuerzas rusas tomaron el control ayer por la noche de los últimos reductos que permanecían en manos de los secesionistas de la república caucásica de Daguestán, Ansaltá y Shodrodá (sureste), según afirmó ayer el viceprimer ministro daguestano, Gadji Majatchev. Durante la tarde se apoderaron de las otras tres localidades que permanecían en manos rebeldes: Tandó, Ashinó y Rajatá. De este modo, todas las localidades tomadas por los islamistas el pasado siete de agosto han retornado a control ruso. El portavoz del caudillo rebelde Shamil Basáyev aseguró ayer que no se ha producido una derrota, sino una retirada estratégica de los enclaves de la zona montañosa de Botlij (próxima a Chechenia) para pasar a "una nueva fase de la lucha por un Estado islámico en Daguestán".Por si esto sucede y para no dar opciones a los secesionistas, el general Vladimir Kazantsev advirtió: "Mantendremos la fase final. Debemos descubrir los depósitos de armas y municiones, acabar con los pequeños grupos de combatientes que restan y reforzar la frontera [con Chechenia]". El general Chamanov reconoció que los secesionistas disponían de importantes fortificaciones, una buena preparación y conocimiento del terreno. "La población ha asistido todo el tiempo a estos preparativos", reconoció laconicamente.
El general Kazantsev aseguró que se han producido más de 1.000 muertos en las filas secesionistas, y 59 muertos y 210 heridos entre las tropas federales rusas. Kaznetsev también detalló que 2.000 islamistas y 1.500 soldados y policías rusos participan en los combates.
Los militares rusos afirman haber encontrado dos fosas comunes en Tandó, en las que los secesionistas enterraban a los hombres que perdían durante los bombardeos. Ahora, los soldados rusos están peinando los alrededores del pueblo para verificar que no quedan francotiradores ni extremistas escondidos en las numerosas cuevas que hay en la zona.
Refugio en Chechenia
Los guerrilleros que quedan en las montañas tratarán de buscar refugio en territorio checheno, donde cuentan con bases de entrenamiento y con el apoyo de influyentes comandantes locales. En Moscú, el primer ministro, Vladímir Putin, recibió ayer a Anatoli Kvashnín, jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, quien le informó sobre la situación en Daguestán. La derrota de los integristas en Daguestán significa un importante triunfo personal de Putin, quien desde un primer momento afirmó que aplastaría a los rebeldes wahabíes.También en Moscú, el que fue primer ministro ruso, Serguéi Kiriyenko, anunció ayer que encabezará las listas de una nueva coalición liberal, la Unión de Fuerzas de Derecha, en las elecciones legislativas de diciembre. El exviceprimer ministro y dirigente de Joven Rusia, Borís Nemtsov, será el número dos, y el partido de Anatoli Chubáis, la Elección de Rusia, también integrará la coalición.
