Encontronazo entre el Gobierno y Pujol por su decisión de dar una paga a 60.000 pensionistas

El anuncio de que la Generalitat de Cataluña dará una paga de unas 8.000 pesetas a 60.000 beneficiarios de pensiones no contributivas ha provocado un encontronazo entre el Gobierno de José María Aznar y su aliado Jordi Pujol. El vicepresidente Rodrigo Rato calificó ayer esta decisión como "el más grave y peor paso que se puede dar en los últimos 20 años en contra de la Seguridad Social". Esta medida, que el Gobierno catalán tiene previsto aprobar el 31 de agosto y repetir siempre que la inflación en Cataluña supere la media nacional, supone el pistoletazo de salida de la campaña electoral.

El presidente catalán, Jordi Pujol, eludió replicar ayer a Rato y además dió instrucciones a sus consejeros para que tampoco lo hicieran. Pujol abordará hoy esta cuestión en un acto público en la universidad catalana de verano que se celebra en Prada de Conflent (Francia). Fuentes próximas al Gobierno catalán indicaron que CiU quiere llegar a la reunión del Pacto de Toledo prevista para septiembre habiendo consensuado con el PP unas propuestas de subida de las pensiones para toda España, pero considera inamovible su decisión de dar una paga a los beneficiarios de las pensiones no contributivas en Cataluña. A su juicio, esta medida no rompe el principio de igualdad sino que se limita a compensar el diferencial de inflación.Así lo explicó también el consejero de Política Territorial de la Generalitat, Pere Macias, en El Escorial (Madrid). Para el consejero, la convocatoria de una reunión para revisar el Pacto de Toledo es "positiva y complementaria", pero no suficiente. "Entendemos que debe haber una subida en las pensiones de toda España, al margen de lo que hagamos en Cataluña", dijo. La Generalitat estima que los pensionistas catalanes han perdido 2,5 puntos de poder adquisitivo en los últimos seis años por la mayor inflación de Cataluña. El consejero de Trabajo, Ignasi Farreres, avanzó el lunes que se baraja dar una paga de entre 6.000 y 8.000 pesetas. En Cataluña hay unas 60.000 pensiones no contributivas y en toda España 451.000.

Desde Gijón, Rato arremetió ayer contra la medida, asegurando que se trata del "más grave y peor paso que se puede dar en la historia de los últimos 20 años en contra de la Seguridad Social". El vicepresidente segundo aprovechó para criticar a la Junta andaluza, que abrió el fuego de la subida de pensiones, y a otras comunidades, la mayoría gobernadas por los socialistas, que se han mostrado dispuestas a seguir el mismo camino, como Baleares o Castilla-La Mancha.

En declaraciones a Onda Cero, aseguró que "aquellos que sueñan con que en España no haya protección social pública, sino simplemente asistencial, se deben estar frotando las manos", ya que, "si vamos hacia un sistema de pensiones diferente en cada autonomía, vamos también al final del sistema público de pensiones". En su opnión, se trata de "una dirección equivocada, errónea, y que pondría muy en riesgo la solidaridad y la propia situación financiera de la Seguridad Social". El responsable de Economía advirtió de que las comunidades autónomas que han anunciado estos incrementos "no se comprometen" a mantenerlos a partir del año 2000. "Será entonces cuando los pensionistas residentes en dichas autonomías se sentirán engañados y esquilmados", concluyó. El Gobierno catalán, sin embargo, ya ha anunciado que mantendrá la paga de compensación siempre que haya más inflación en Cataluña que en el resto de España. Aunque en un tono más suave, también el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, se declaró ayer en Tarragona en contra de que cada comunidad "haga la suya en materia de pensiones", informa Cinta Por su parte, el portavoz adjunto del Grupo Socialista, Luis Martínez Noval, calificó de "demagogia pura y electoralismo" la decisión de Pujol, a sólo mes y medio de las elecciones y tras haber rechazado por tres veces en el Parlamento las propuestas del PSOE para subir las pensiones.