Unió aparca el debate de sus relaciones con CDC pero lo reabrirá tras las elecciones

Unió Democràtica (UDC) cree que ha transcurrido el tiempo suficiente para fijar un nuevo marco de relaciones con sus socios de Convergència Democràtica (CDC). Los máximos líderes de la coalición, Jordi Pujol y Josep Antoni Duran Lleida, sellaron ayer un compromiso político: aparcar el debate sobre una posible fusión entre ambos partidos y concentrarse en las elecciones autonómicas del 17 de octubre. Pero a la mañana siguiente, sea cual sea el resultado, los democristianos están decididos a renegociar el pacto que sellaron en 1979. Ayer mismo, la consejera de Justicia, la democristiana Núria de Gispert, se pronunciaba en estos términos y evidenciaba el sentimiento mayoritario en Unió. Duran y Pujol se reunieron ayer en el Palau de la Generalitat a la mañana siguiente de la convocación de las elecciones autonómicas. Analizaron la coyuntura política, la estrategia electoral que deben seguir hasta el 17 de octubre y coincidieron en que los últimos debates en los que se ha visto inmersa la coalición -sucesión de Pujol y fusión entre Unió y Convergència- no benefician en nada a CiU. Las polémicas se aparcan, pero desde las filas democristianas no hay voluntad de liquidarlas. Serán como el Guadiana y renacerán de nuevo el mismo 18 de octubre. El último episodio que ha terminado por convencer a Unió de la necesidad de replantearse las relaciones con su socio han sido las últimas declaraciones de los dirigentes de CDC sobre la sucesión de Pujol. Algunas voces de Convergència han relacionado el hecho de que Artur Mas ocupe el segundo puesto de la lista de CiU en las autonómicas con su posible nombramiento como delfín del presidente. En cambio, ha sido la misma CDC quien ha desterrado a Duran al octavo puesto.PASA A LA PÁGINA 4