El EVE firmará convenios con los municipios para poner en marcha y explotar sus minicentrales

VIENE DE LA PÁGINA 1 Las nuevas instalaciones se sumarán al centenar de centrales y minicentrales que están ya en funcionamiento en Euskadi. Éstas acumulan una potencia total instalada de 158 megavatios (MW) y producen el 10% de la energía renovable que se origina en la comunidad. La producción de energía eléctrica por medio de este tipo de instalaciones (que aprovechan la energía contenida en una corriente o masa de agua situada a una cierta altura) cuenta con una gran tradición en el País Vasco, que se remonta a principios de este siglo. Una directiva de la Unión Europea marca que para el 2010 al menos el 12% de la producción energética de cada país debe proceder de la energía renovable, considerada más limpia al aprovechar la fuerza del viento (energía eólica), del agua (energía hidráulica), del sol o la biomasa (aprovechamiento de los residuos sólidos urbanos desgasificando los vertederos). En el País Vasco las energías renovables más extendidas son la hidráulica y la biomasa. El Departamento de Industria, a través del Ente Vasco de la Energía (EVE), apuesta por intensificar la puesta en marcha de nuevas plantas hidroeléctricas para intentar cumplir el mandato de la normativa europea. Municipales y privadas Un portavoz del EVE explicó que el plan de actuación tiene dos apartados. Por una parte, en el caso de las minicentrales (se llama así a las instalaciones cuya potencia instalada es inferior a los 10.000 kilowatios) de propiedad municipal se constituirán sociedades mixtas entre el EVE y los ayuntamientos para la construcción y explotación de las mismas. En el caso de las centrales de propiedad privada se apoyará a sus propietarios para la realización de estudios de viabilidad. Algunas de las centrales hidráulicas más representativas se encuentran en la provincia de Guipúzcoa, aunque es en Álava donde se concentran las tres cuartas partes de la potencia instalada, con 119 MW. En Guipúzcoa existen 61 centrales con una potencia total de 31,7 MW (el 20% del total); en Vizcaya hay 25 centrales con 7 MW (el 4%), y en Álava, 14. Las características hidrográficas y topográficas de los ríos que surcan Euskadi le confieren un importante potencial de aprovechamiento hidroeléctrico. Las pequeñas centrales tienen una gran tradición, hasta el punto de constituir la base de la electrificación de municipios y zonas rurales a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Las empresas producían la energía eléctrica que necesitan a través de su pequeña central. El fenómeno de generalizó en el primer tercio de este siglo, pero la irrupción de las grandes empresas distribuidoras dejó paulatinamente en desuso estas instalaciones. La apuesta por rehabilitar y construir nuevas centrales no se hará a costa del medio ambiente, sostiene el EVE. La legislación medioambiental obliga, entre otros requisitos, a que las instalaciones hidráulicas incluyan un "caudal ecológico" que garantice la los ecosistemas fluviales allí donde estén ubicadas. El portavoz del EVE recuerda, por ejemplo, que la central de Lamiategi, que está participada por el EVE y por el Ayuntamiento de Oñate, ha instalado "escalas de peces" en varios saltos de agua para facilitar que algunas especies puedan remontar las presas. "No se puede producir energía así como así, porque el río podría correr riesgo de secarse", enfatiza.