Hallada en Sant Mateu una pila bautismal del siglo XIII utilizada por el Papa Luna

Las obras de restauración de la parte románica de la iglesia de Sant Mateu (que mezcla este estilo con el gótico), han dejado al descubierto una pila bautismal del siglo XIII, de la que, aunque se conocía su existencia a través de los libros, se desconocía su paradero. Se trata de una pieza de piedra vaciada, que por encontrarse en una parte de la iglesia muy poco frecuentada, se fue relegando poco a poco al oscurantismo, utilizándose hace muchos años como depósito de agua bendita en determinadas ceremonias, sobre todo pascuales, y siendo tapada en los últimos tiempos por una escalera y ocultada tras unas puertas. La importancia del hallazgo estriba, más que en la propia pieza, en la utilización que se hizo de la misma, ya que se trata de la pila en la que el aragonés Pedro de Luna, que ejerció su pontificado con el nombre de Benedicto XIII, más conocido por el Papa Luna, bautizó a un gran número de judíos de El Maestrat cuando éstos decidieron convertirse al cristianismo. Corría el año 1414 y Peñíscola era el epicentro de la cristiandad. La ciudad era la "única y verdadera sede papal" y en Sant Mateu, capital de El Maestrazgo y sede de los caballeros de la orden de Montesa se celebraron dos sesiones del congreso entre judíos y cristianos que pasaría a la historia como La disputa de Tortosa. En el transcurso de estas sesiones, numerosos judíos decidieron abrazar la fe cristiana, siendo bautizados por el propio Papa en esta pila bautismal. Según Florencio Albero, arcipreste de Sant Mateu, "ahora, lo que se debe hacer es darle toda la prestancia que se merece y usarla para el fin para el que se trajo en un principio a la iglesia, es decir, para bautizar". Para mosén Albero, el lugar ideal para recolocar la pila es la capilla que ahora se utiliza como Baptisterio, aunque el arcipreste desconoce el proyecto de restauración y no puede asegurar que finalmente se dedique a este fin.