Frascuelo abre la puerta grande
Uno de esos toreros que guardan en sus capotes y muletas la reserva del toreo auténtico y de calidad y que andan incomprensiblemente olvidados por las empresas salió ayer a hombros de la plaza de Las Ventas, con todo merecimiento. Se llama Carlos Escolar Frascuelo, y es ahora el ganador de estas corridas de el largo y cálido verano madrileño. Ahora, lo que hace falta, es que se acuerden de él para carteles sucesivos.Y junto al triunfo, la tragedia. Un toro que hacía quinto, auténtico marrajo, que derrotó, se coló, y se revolvió durante la faena de muleta y que, al final, herido de muerte, aún tuvo la mala sangre de atizarle dos cornadas al banderillero Víctor Manuel Herrero, de la cuadrilla de Mariano Jiménez. Y es que la tragedia llega también a los hombres de plaza o azabache.
Valverde / Frascuelo, Jiménez, Félix
Toros de Valverde (uno rechazado en el reconocimiento), de presencia desigual y variado juego. 1º y 2º, nobles. 3º, con problemas. 4º, manso. 5º, bronco y peligroso. 6º de Alcurrucén, con trapío, mansurrón.Frascuelo: media delantera y caída (oreja); pinchazo y estocada (oreja). Salió a hombros. Mariano Jiménez: estocada ida y cinco descabellos (aplausos y silencio); estocada corta y dos descabellos (aplausos y salida al tercio). Juan de Félix: que confirmó alternativa, pinchazo hondo -primer aviso-, cinco pinchazos -segundo aviso-, pinchazo y estocada corta (silencio); dos pinchazos, estocada ladeada y cuatro descabellos (silencio) Enfermería: el banderillero Víctor Manuel Herrero fue asistido de dos cornadas en el muslo derecho de pronóstico grave. Plaza de las Ventas, 22 de agosto. Un tercio de entrada.
Desde los primeros lances al que abrió plaza, se vio claramente que Frascuelo había venido a eso: a salir a la calle de Alcalá a hombros. Tuvo su primer toro una gran nobleza y el diestro madrileño le colocó una faena abierta con trincherazos muy artísticos para alejarse enseguida a citar con distancia. Todo lo que vino después tuvo un gran sabor torero. Derechazos largos y con mando y naturales de suerte cargada. Terminó su labor con trincherillas, pases de la firma y ayudados por bajo para cuadrar al toro.
Su segundo enemigo fue eso: un auténtico enemigo. Un cornúpeta que anduvo manseando y queriéndose ir a tablas durante el tercio de banderillas. Empezó Frascuelo la faena de la raya para dentro, sin conseguir consumar el muletazo hacia los terrenos de fuera. Lo sacó al tercio y allí le dio los naturales de más mérito de todo su trabajo. Y cuando el bicho se fue definitivamente a los tableros consumó la faena con pases que parecían imposibles. Gran tarde la de Frascuelo. Que no se cierren los carteles de la feria otoñal olvidándose de él.
Mariano Jiménez no ha tenido suerte con su lote. Le correspondió un toro manso y gazapón, y otro áspero e imposible. Con el primero estuvo técnico y lidiador. Con el segundo valiente y sacándole muletazos de mérito. Se ha mostrado Jiménez, en ésta su segunda reaparición en los ruedos, como un torero seguro, valeroso y entregado.
Confirmó la alternativa el sevillano Juan de Félix. Parece un torero inexperto y poco rodado, sobre todo en el pésimo manejo del estoque. Intentó torear al toro de la confirmación con largura y mando, pero no lo consiguió. Le dio muchos pases sin llevarlo toreado nunca y sin coger el compás a un toro de excepcional nobleza. Quiso sacarse la espina con el sexto, un toro de Alcurrucén muy bien presentado. Tenía el burel corta la arrancada y tardeaba ante los cites de la espada. Porfió el torero, se metió entre los pitones, hizo el péndulo, pero no sabía cómo torearlo. Se quedó quieto y no se arrugó, pero esto sólo no es suficiente para circular por el difícil mundo de los toros.
Babelia
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