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El GIL se registró como partido con la intención de "gestionar los recursos nacionales como una empresa"

El Grupo Independiente Liberal (GIL) se inscribió en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior en 1992, nueve meses después de que su presidente, Jesús Gil y Gil, alcanzara la alcaldía de Marbella (Málaga), para "gestionar los recursos nacionales como una empresa, que será liberal en la creación de riqueza y social en el reparto de las oportunidades generadas con ella". El presidente del Atlético de Madrid, su abogado, José Luis Sierra, y el ex teniente de alcalde de Marbella Pedro Román añadieron a esta escueta declaración de principios el propósito del GIL de "superar las contradicciones de los modelos actuales ya desgastados para alcanzar la armonía social". Los tres fundadores del GIL se encuentran actualmente en libertad provisional por presunta malversación de fondos públicos.El GIL se comprometía también en el acta de inscripción a crear órganos de dirección, un comité de disciplina y una comisión interna de control de cuentas. No se supo de estas entidades hasta enero de 1998, cuando comunicaron la elección de Jesús Gil como presidente y de su hijo, Jesús Gil Marín, como secretario general, en el tercer congreso nacional del partido. De dicho congreso, como de los dos que se supone le precedieron, nada trascendió a los medios.

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Gil presionó al Tribunal de Cuentas para influir en la inspección

En esa misma fecha daban cuenta de la creación de un consejo político integrado por Gil, sus cuatro hijos, el candidato a la presidencia de Ceuta, Antonio Sampietro; Juan Carlos Rivera Granados; Julián Muñoz -el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Marbella que firmó los 400 convenios privados con los constructores-, y Mario Jiménez, ex concejal de Obras, cuyo nombre figura en el registro mercantil como socio en algunos negocios de los Gil. También informaban del nombramiento de la hija, María Ángeles Gil, como representante del partido a todos los efectos.

Confusión

Seis meses después, el subdirector general de Política Interior y Procesos Electorales, Félix Marín, les recordó por escrito "la conveniencia" de poner la documentación en orden. El pasado mes de abril, el GIL convocó oficialmente el primer congreso del partido en Estepona (Málaga), lo que ha aumentado la confusión en el registro.El secretario del GIL, Jesús Gil Marín, comentó a este periódico que éste ha sido el único congreso "multitudinario". Los demás, añadió el ex alcalde de Estepona, han sido "privados" y celebrados con periodicidad anual.

El GIL tampoco ha presentado la contabilidad de las campañas electorales ante el Tribunal de Cuentas, como requiere la ley para recibir las subvenciones estatales por cada voto recibido. Al renunciar a ellas, la formación política del alcalde de Marbella elude legalmente la obligación de rendir cuentas.

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