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Absueltos los tres oficiales acusados de dirigir la matanza de 19 campesinos brasileños en 1996

Juan Arias

Los tres oficiales de la Policía Militar brasileña que mandaban al grupo acusado de la matanza de 19 campesinos del Movimiento de los Sin Tierra (MST) en 1996 fueron ayer librados de toda responsabilidad por el tribunal que los juzga. La sentencia oficial habla de absolución "por insuficiencia de pruebas". Los familiares de las víctimas y los miembros del MST que aguardaban a las puertas de la sala también hicieron pública su sentencia particular: "¡Asesinos!, ¡asesinos!". Ahora, los otros 147 inculpados en la matanza pasarán por un tribunal que ya ha eximido a sus mandos.

El coronel Mário Pantoja, el teniente José María Oliveira y el capitán Raimundo Almendra son libres. El veredicto de absolución fue hecho público en la madrugada del miércoles, hora local, en el aula magna de la Universidad de la Amazonia de Belem, en el Estado de Pará, y no dejó a nadie indiferente. Las viudas de las víctimas y los huérfanos presentes abandonaron la sala llorando. Fuera, los militantes del MST -que han permaneceido acampados frente a la Universidad durante los tres días que ha durado el juicio y que siguieron el juicio a través de pantallas de televisión- irrumpieron en gritos de "¡Asesinos!, ¡asesinos!", e intentaron cruzar el cordón de 300 policías para llegar a la sala. El enfrentamiento, sin víctimas, duró un largo y tenso cuarto de hora. El presidente del Gobierno, Fernando Henrique Cardoso, reconoció ayer que el verdicto constituye una "vergüenza" para su país.El primer resultado del proceso -que se anunciaba como el final de la impunidad en los desmanes de las fuerzas de seguridad- ha acabado antes aún de comenzar y ha constituido una gran sorpresa en la opinión pública, ha conmocionado a los demócratas y ha irritado a los Sin Tierra, que ahora se sienten impotentes. El responsable nacional del MST, João Pedro Stédile, dijo, poco después de conocerse la absolución de los oficiales: "Es una vergüenza nacional. El juez será el responsable de ahora en adelante de las nuevas muertes de los Sin Tierra". Los dirigentes del MST se van a reunir los próximos días para decidir qué actitud tomar ante la sentencia.

La matanza de los 19 campesinos se produjo en Carajás, ocurrió tras el enfrentamiento entre unos 1.000 civiles, armados con pertrechos del campo, y los 150 policías militares, que portaban sus respectivas armas.

Mientras tanto, sigue la marcha de los mil campesinos del MST iniciada en julio desde Río de Janeiro a Brasilia para protestar contra la política del Gobierno. Se calcula que antes de llegar a la capital, el 12 de octubre, van a reunirse más de 100.000 manifestantes.

Malestar en los cuarteles

El proceso, que prensa y televisión mantuvieron más bien en sordina tras haber indicado que "existía malestar en los cuarteles", encontró enseguida muchas dificultades. Los abogados de la defensa de los oficiales procesados intentaron anularlo desde el primer momento. Más tarde se intentó hacer recaer toda la responsabilidad sobre el gobernador del Estado de Pará, que había pedido el día de la matanza que se desalojara a los Sin Tierra de las vías del ferrocarril.Pero el golpe de gracia lo dio uno de los miembros del jurado popular, Silvio Queiroz, quien, antes de encerrarse para definir la sentencia, pidió que se volviera a proyectar el vídeo del día de la matanza. Entonces, hizo observar que uno de los campesinos había disparado supuestamente varios tiros con una ametralladora. Queiroz, violando el secreto del voto, dijo públicamente que aquellos tiros habían provocado la reacción policial.

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Las declaraciones de los testigos habían sido, sin embargo, contundentes. Osvaldo Araujo, el reportero que había grabado el vídeo de la matanza, declaró que los tiros habían partido de la policía, que él llegó a estar detenido, y la cinta, secuestrada. El periodista dijo que pudo ver a los policías entrar varias veces en un autobús para recargar sus armas.

Pedro Alípio da Silva, un conductor de camión, declaró haberle oído al coronel Pantoja decir: "Misión cumplida, nadie ha visto nada, todos a callar". Y el coronel responsable de la Policía Militar del Estado de Pará en la fecha de la matanza, Fabiano Lopes, testificó contra su colega, el coronel Pantoja, afirmando que éste "había mentido desde el principio".

El proceso continuará mañana con los policías de a pie en el banquillo. Serán juzgados en grupos de tres o cuatro, hasta diciembre, y para cada sentencia habrá un jurado diferente.En todo caso, los jefes han sido absueltos, y parece difícil que se identifique a los subordinados que abrieron fuego.

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