La Diputación de Álava apremia al Obispado a guardar sus obras en el Museo de Arte Diocesano

VIENE DE LA PÁGINA 1 Las informaciones de que Pedro J. C. estaba intentando colocar en el mercado las tres valiosas obras de arte sacro hizo que la Guardia Civil estableciera un control sobre los anticuarios de Madrid. Cuando los agentes tuvieron plena constancia de que las obras habían sido robadas un año antes en varias iglesias de Álava y de Navarra le detuvieron. Según fuentes del Grupo de Patrimonio Artístico, el arrestado es un empresario que probablemente había adquirido las obras a los ladrones y pensaba sacar un beneficio mayor poniéndolas a la venta en el mercado negro. Una de las obras ha sido recuperada en Barcelona. Se trata de una escultura policromada perteneciente al siglo XVII que representa al niño Jesús. La obra había sido sustraida de la iglesia de San Millán de la localidad navarra de Unzué en Navarra, en 1998. Las otras dos piezas aparecieron en el domicilio del detenido en Madrid y corresponden a esculturas robadas en dos iglesias de Álava. Una de ellas, en madera policromada, simboliza a San José. Es una talla realizada en el siglo XVIII, de 70 centímetros de altura y autor desconocido. Su sustracción fue denunciada hace un año por el párroco de la iglesia de Tuesta, un pequeño pueblo alavés perteneciente al municipio de Valdegobía. La otra escultura representa a una Andra Mari. Esta Virgen con niño fue sustraída el 5 de marzo de 1998 de la ermita de San Juan de la localidad de Elburgo, a diez kilómetros de Vitoria. La imagen data del siglo XIV, aparece sentada y está tocada con una corona porque los teólogos de la época consideraban a la Virgen como la reina del cielo. El autor es anónimo y el estilo corresponde al gótico popular. La indefensión en la que se encuentran las parroquias rurales y las ermitas las convierten en un objetivo de los ladrones. Los robos en estos recintos se suceden año tras año. Para evitar este expolio y para poder ofrecer a la ciudadanía una muestra de la destacada creación sacra en Álava, la Diputación inauguró el pasado mes de abril el Museo de Arte Diocesano. La girola de la Catedral nueva de Vitoria, un templo negótico, recoge 234 piezas de distintas épocas, desde las primeras iglesias mozárabes a las obras más sofisticadas de finales del barroco. Sin embargo, la Diputación sigue encontrando aún dificultades para poder atraer hacia el museo todas las obras de arte que celosamente conservan algunas parroquias diseminadas por la provincia. Así, el nuevo diputado de Cultura, Pedro Sancristóval -uno de los tres independientes del Ejecutivo foral gobernado por el PP-, ha aprovechado la recuperación de las tres obras de arte para apremiar al Obispado a concentrar todo el arte sacro en el Museo de la Catedral. "Es comprensible que los vecinos de los pueblos quieran que sus imágenes sigan en la iglesia, pero por el bien de las imágenes es mejor que se trasladen al museo. Cuando haya algún tipo de celebración religiosa se pueden sacar y devolverlas temporalmente a las parroquias", argumentó. "Se trata de un patrimonio cultural de toda la provincia, de todos los alaveses. La creación del Museo es un paso importantísimo para la futura conservación de este tesoro", añadió Sancristóval.